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domingo, 22 de julio de 2018

Leandro Pintos: "Saber dibujar es fundamental para todas las disciplinas"


En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el artista mendocino visitó el estudio de la radio FM UTN Regional Mendoza (94.5) para ser parte del Ciclo de charlas con los mejores artistas plásticos de nuestra Provincia. Leandro Pintos comenzó su carrera explorando el dibujo y la pintura: lo bi-dimensional. En la actualidad, y desde hace cinco años es la escultura -el volumen, que exige mucho dominio del material-, lo que lo tiene concentrado.

Transcripción exclusiva para Ophelia a cargo de Julián Reveco  
jreveco@revistaophelia.com

-De la pintura a la escultura: ¿por qué ese cambio?

-Varios motivos… Uno de ellas fue que a partir de 2011 empecé a participar en los encuentros de “El Álamo” y eso me motivó, era un desafío nuevo. Si bien empecé a hacer talla en madera en 2005, a partir de estos encuentros quise dedicarle más tiempo a la escultura. No dejé el dibujo, porque uno siempre sigue dibujando, pero mi intención era perfeccionarme un poco más en la talla. Quise combinar materiales, maderas… que no sea solo una pieza. En todas mis esculturas hay distintos tipos de madera, y en las últimas he incorporado el metal. Es todo un proceso… Me gusta combinar materiales, soy coleccionista de objetos, de chatarra… Me la paso buscando troncos, distintos tipos de madera. He trabajado al momento con diez, quince maderas diferentes.

-El encanto de la madera

-Yo vengo del modelado, que tiene un proceso muy largo y en el medio del trabajo te puede salir todo mal y tenés que empezar de nuevo. Con la madera, aunque podés cometer algún error, se pueden encontrar soluciones en el camino. Es una escultura directa, vos empezás a tallar y queda lista la escultura. No lleva un proceso de vaciado, y lo otro que tiene es que cuando uno la corta, ya sea con una gubia o el hacha, es una sensación hermosa el brillo que deja el corte… El tema de trabajar con diferentes tipos de madera te amplia los recursos. Hay maderas que tienen dibujos propios y colores increíbles que parece que estuvieran pintadas. Son muchas las sensaciones que se pueden adquirir. Hasta el olor. Pero no todo es color rosa… Uno trabaja mucho para desarrollar el oficio y la parte creativa trae muchos dolores de cabeza. Lleva todo un trabajo de resolver la obra. Hay veces que he dejado obras inconclusas porque no resultan.


domingo, 24 de junio de 2018

Facundo de la Rosa: "Una pieza monumental puede caber en la palma de una mano"

En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el escultor mendocino visitó el estudio de la radio para contarnos detalles de su trabajo, nos habló sobre la magia que esconde cada material y cómo puede relacionarse éste lenguaje con el musical. Su forma de expresarse nos habla de un persona llena de sensibilidad hacia el arte, receptivo a elevadas inspiraciones y con un amor genuino por su oficio. En él conviven dos aspectos fundamentales del arte; el elemento formal y el interno.

Por: La Sed de los Peces


-Todo empieza por casa:

-“Tengo un enorme agradecimiento a mis padres porque son dos personas que me pescaron la volada y me incentivaron. En ese sentido arranqué con la pata derecha. El camino lo hace uno solo pero estoy agradecido de haber sido apoyado. La verdad es cada vez sucede creo con menos frecuencia eso de que a personas, que nacen con ese “bicho interno” por crear, las familias que les digan: “con eso te vas a cagar de hambre”. Yo me crie viendo libros de Historia del arte, viendo a mi vieja pintar, y tuve el incentivo por genética. Pero uno tampoco se puede quedar con eso. Hay que entrenar la constancia sin desistir. Se debe ser perseverante, estratega e inteligente”.

Fernando Rosas: "Aprecio la destreza técnica aunque no sea lo único importante”


En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el artista mendocino visitó el estudio de la radio para ser parte del Ciclo de charlas con los mejores artistas plásticos de nuestra Provincia. Dedicado desde hace más de cinco años a la escultura se refirió a su vínculo con el lenguaje pictórico que desarrolló durante mucho tiempo. Interpelador y agudo contó por qué no participa de salones de arte como sucedió en el último Salón Vendimia 2018.


Por La Sed de los Peces

Fuente: Revista Ophelia 

-El vínculo del artista con su obra; y el destino de las mismas:

-"El tema del vínculo emocional con la obra depende de muchos factores... Del grado de satisfacción que me dé estéticamente, cómo a nivel de haber logrado el objetivo, y que tan próxima a tu actualidad se encuentra. Si es una obra del año pasado es probable que mi vínculo se haya deteriorado con el tiempo porque han surgido nuevos romances, cosas que me tienen más atento. Con respecto a dónde fue a parar una obra siempre es una curiosidad, porque para mí es totalmente incomprensible que alguien quiera tener una obra mía, y que pueda convivir con ella. Todas mis obras son fruto de un capricho estético. Las hice porque se me dio la gana, porque me gustan esas cosas, y alguien en un punto del universo que vino, empatizó y quiso vivir con ese trabajo…y, eso para mí es muy extraño".

-Acerca de la convivencia con el propio trabajo

-"Y… es como cualquier convivencia. Eventualmente amorosa, caótica, desprolija, a veces desagradable. Yo hace unos cinco años quemé una cantidad enorme de cuadros que hice en la secundaria porque me parecía que ya no tenían nada para decirme, que eran esencialmente torpes y solo conservé un para para acordarme nostálgicamente de las cosas en las que pensaba en esa época. Como tengo la suerte (o la desgracia) de trabajar muy rápido, de producir muchas obras, el apego que tengo con cada una no es muy profundo, no es muy romántico. Yo tardo una semana en hacer una escultura y el valor intrínseco que le encuentro a esa obra es haberme promovido a hacer la siguiente, porque mientras la hacía, mi cabeza ya pensaba las ideas nuevas. Yo no veo a la obra como una cosa, sino como un eslabón de una cadena del desarrollo del pensamiento y de nuevos lenguajes y desafíos estéticos, de la acción plástica. Si vos ponés todo en una obra, cuando la termines te sentirás vacío. Salir de ahí es un tormento espantoso. Yo tengo la suerte de que no me apego a la obra porque siempre estoy entusiasmado con la siguiente".

-Pintar o esculpir; esa es la cuestión

-"Es complejo. Yo no estoy haciendo convivir la escultura con la pintura. Era pintor, en un momento descubrí la talla de madera y me dediqué a la escultura. Pero siento que mi relación con la escultura es un romance apasionado, y me parece que con la pintura la relación es todavía más fuerte. Me pasa cuando veo mis propios cuadros: me veo más en ellos; y tanto que no lo pasaba tan bien pintando. El expresionismo te invita a sacar algo de adentro, pero la pintura tiene menos compromiso físico, es menos trabajo motor, es más mente, así que tenes a tu mente trabajando al 100%. Se te mueven cosas internas y no son siempre agradables. Con la escultura trabaja mi memoria física. Desde que llego a cierto planteo hasta su solución, en todo el recorrido ha intervenido más mi cuerpo que mi cerebro. Es una relación más amable. Yo era pintor pero coqueteaba con la escultura en metal porque venía del oficio de mi viejo y algunas cosas en modelado. A veces hacía tres o cuatro esculturas porque eran ideas que quizá no se podían pintar o que funcionaban mejor en la tridimensión. Pero en 2009 un colega de San Luis, escultor en madera, se mudó al lado de la casa de mi viejo. Y entrar al taller de un tallista de madera es maravilloso porque huele mejor que cualquier otro taller, tiene colores mucho mejores y me prestó unas herramientas con las que me puse a tontear. Ahí hice mis primeros intentos. Al principio me decía que sería temporal, pero luego empecé a comprarme gubias, herramientas, máquinas, y ahora tengo un taller armado para hacer eso, para esculpir".

-Los comienzos en escultura: rostros, muecas

-"Sí. En realidad se trataba de desafíos tácticos, técnicos. Esta es la parte donde decepciono al público. Yo lo que necesitaba en el comienzo era lograr que lo que hiciese pareciese algo. Así que hacía ejercicios en dónde me preguntaba cómo se tensan los músculos del cuello, cómo se abre una boca. Tenía que ir conociendo eso y ver qué posibilidades tenía el material conmigo. Eso es el rudimento. Uno en general ataca primero la cabeza porque está llena de datos. Es un óvalo, un huevo que está lleno de significados, porque casi todas las cosas expresivas están en el rostro y eso te permite hacer un testeo del material en una sola pieza. Una vez que resolví eso, empezaron a aparecer los cuerpos, y las caras desaparecieron. ¿Y qué expresan? No sé realmente".

sábado, 6 de mayo de 2017

El artista del día: Marc Sijan | Escultura - Serbia



Marc Sijan (1946) es un escultor hiperrealista nacido en Serbia que emigró a Estados Unidos donde se licenció en Educación del Arte, posteriormente realizó un intenso estudio sobre la anatomía humana. Parece ser que la inspiración de Sijan fue el David de Miguel Ángel, ya que el artista siempre se sintió fascinado por la conciencia de Miguel Ángel de la anatomía y su capacidad de ejecutarla. Sin embargo, a diferencia de Miguel Ángel, no celebra la forma ideal del cuerpo, por el contrario sus obras son homenajes a personas normales y en todo su realismo. Con el fin de lograr el acabado ultra-realista, Sijan trabaja a partir de un modelo real del que produce un molde de yeso. A continuación, esculpe el interior con herramientas y una lupa para posteriormente proyectar la figura en una resina de poliéster. Para conseguir tonos de piel, aplica veinticinco capas de pintura y barniz. Su objetivo es lograr profundidad, pero con cierta translucidez. El artista puede emplear hasta seis meses para reproducir los detalles de cada pieza. Fuente


lunes, 10 de abril de 2017

El artista del día: Ron Mueck - Australia | Escultura



Ron Mueck (1958) es un escultor australiano que actualmente trabaja en el Reino Unido

Sus esculturas son elaboradas en técnica mixta con materiales como silicón, fibra de vidrio y acrílico. Sabe explotar su dominio de la anatomía y su talento para detonar, ante estos seres inmutables, exclamaciones así como reflexiones sobre el límite entre la realidad y el artificio, entre lo revelado y lo oculto, el vínculo palpable que une presencia y ausencia.



viernes, 15 de abril de 2016

Carloncho y su jardín de los presentes




En entrevista exclusiva para el blog, Carlos García, más conocido como "Carloncho", el artista argentino, oriundo de Mendoza, se refiere a sus esculturas en miniatura y la magia que se esconde detrás de cada uno de sus personajes. Arte y naturaleza, en perfecta sincronización. 


Por Camila Reveco y Emilce Herrera Cozzoli
camilareveco.mza@gmail.com | emilceherreracozzoli@gmail.com 
Argentina


La siguiente es la entrevistas número cincuenta de este blog. Y elegimos, para este número, a un artista que vive y trabaja en la provincia de Mendoza, Argentina, más precisamente en la montaña, -Vallecitos- tan característica de este lugar en el mundo.
Carlos García, más conocido como "Carloncho", nació el 23 de febrero de 1960 y es un gran "escultor de las miniaturas"; un autodidacta que trabaja desde hace más de veinte años con personajes que no superan los quince centímetros de altura.
Los "seres" de este creador, salidos de su imaginación, están fabricados íntegramente con elementos de la naturaleza: semillas, hojas, vainas, tallos, pétalos, plumas e incluso piel de cebolla o ajo. Utiliza para el armado diversos elementos como pinzas y lupas y uno de sus desafíos más grandes al trabajar es, como resalta a menudo: "¡Qué no se note el pegamento!".
"La naturaleza es la mejor maestra de la verdad", dice San Ambrosio; frase que cumple con la convicción y "gran verdad" de nuestro escultor, que elige al otoño como la estación madre que le proveerá de todos los elementos que le servirán luego para instalarse en su taller.
Carloncho es un vecino de la Sexta de la ciudad, esa es en realidad su casa materna, allí se crió. Quedamos en juntarnos para concretar esta nota en un bar típico de la zona pero cambiamos de rumbo y decidimos romper con la etiqueta de un encuentro formal: fuimos a su casa y estuvimos charlando con él rodeados de su obra y compartiendo una cerveza. Formó para del momento también su perra Cepilla.
Entusiasmadas, prendimos las dos nuestros grabadores (en realidad, esa aplicación que tienen los celulares modernos conocida como "Grabador de voz") y resulta ser que cuando nuestra grata reunión concluyó, nos dimos cuenta minutos más tarde, que ninguna había grabado absolutamente nada... ¡nada de nada!
Por eso mismo, a continuación, lo que leerá, no es más que nuestro relato e interpretación de la charla que mantuvimos con nuestro amigo.




miércoles, 27 de enero de 2016

Jerónimo Guiñazú: La belleza de lo feo


En esta entrevista exclusiva dialogamos con el joven escultor argentino Jerónimo Guiñazú, que vive y trabaja desde la ciudad de Mendoza. Su fascinación por lo extraño y anómalo. Sus influencias, pasiones y más. 

Por Lic. Camila Reveco 
camilareveco.mza@gmail.com
Argentina

“Veo belleza en donde la mayoría ve algo feo. Veo luz en los elementos más oscuros de mi obra, quizás como un acto de comprensión y amor a la marginalidad estética que transmiten”, son las palabras del artista plástico Jerónimo Guiñazú, nacido en Mendoza en 1978. 

Nutrido por la estética del cineasta estadounidense David Lynch (1946), Guiñazú sabe expresar su imaginario retorcido y explorar dentro de la psiquis o lo sobrenatural sin que falte el elemento lúdico y experimental que arrastra desde la infancia. Su inquietante obra de “formas ilógicas y bizarras”, según dice, manifiesta esos aspectos de manera constante y su estilo siniestro está totalmente definido; punto destacable porque es difícil encontrarlo en un artista joven. 

Jerónimo a través de sus muñecas crea un mundo propio y perturbador. Hay algo ahí de expresionismo, surrealismo, incluso de magia. Pero el concepto global está gobernado por lo oscuro y lo macabro donde también hay belleza. “En mi caso –reflexiona- hay un dialogo con los materiales que me “guían” sutilmente en aspectos técnicos, como valores, texturas y formas”. 

¿Hay quizás alguna corriente satánica, o incluso la acción del mismísimo diablo detrás del imaginario de este artista? podría preguntarse Doña Rosa junto a su vecina, o esta periodista: “Yo diría -intenta explicar Guiñazú- que se trata de muñecas con una estética terrorífica y bizarra (…) pero diabólicas no”, deja en claro, y agrega: “Eso implica un sistema de creencias más complejo, ligado a una aceptación de dos realidades antagónicas... y mis seres van más allá de eso”.


sábado, 16 de mayo de 2015

Guillermo Rigattieri: Corazón de metal




El artista argentino Guillermo Rigattieri se refirió a su obra escultórica, la técnica que emplea para el metal, y cómo la infancia, el cielo y la tierra se conectan en su universo creativo. Ulises, su hijo, es fuente inagotable de inspiración: "Es un permanente disparador de imágenes y emociones, es un gran motor", dice. 


Por Camila Reveco 
Periodista cultural con especialidad en artes plásticas
camilareveco.mza@gmail.com 
Argentina

El trabajo del escultor argentino Guillermo Rigattieri (Mendoza, San Rafael, 1976) no deja indiferente a nadie. 

El mendocino, a través de su obra, expresa una cosmovisión realmente fascinante, nutrida de su afición por la literatura, el cine y especialmente la música. 

Se mantiene fiel a su estilo trabajando un material fuerte, duro, inmediato y directo: metal; con uniones sumamente sólidas y prolijas que le permiten construir de forma poética “figuras aéreas y visualmente livianas”. 

De impronta figurativa y seducido en su época de estudiante por el ámbito de taller de artistas como Eliana Molinelli y Roberto Rosas, lo que Guillermo Rigattieri pretende contar con cada trabajo son pequeñas historias y sale airoso del desafío. Demuestra virtuosismo técnico y logra una particular mímesis de vitalidad y oscuridad en las escenas que representa. El resultado jamás es inocente. 

Su tendencia compositiva se liga a la infancia y a lo lúdico y se entremezcla con la monstruosidad y el miedo de una forma exótica dotando a cada obra de una particular y tensa calma; de una extrañeza inquietante, incluso amenazadora. 

La riqueza espiritual del metal se manifiesta en piezas elegantes y austeras, en contraste con otras excesivas y dramáticas. La tensión y la armonía se yuxtaponen en un diálogo en donde reina el equilibrio, aspecto que Rigattieri trabaja con maestría, y que exalta la fuerza expresiva de todo su trabajo plástico. 

Un artista que hace hablar al metal, otorgándole poesía y misticismo. 

“Lo más gratificante de exponer en camada -dice el escultor-es poder ver los trabajos de grandes artistas”. Pero… ¿vive del arte un creador local? 

“Para mostrar lo que uno hace, se puede encontrar un lugar acá… ahora, para vivir de lo que uno hace, se tienen que abarcar más posibilidades”, confiesa. 


jueves, 5 de febrero de 2015

Beatríz García Huertas: "La técnica es como la palabra"



Beatríz García Huertas es una reconocida escultora de la provincia de San Juan, quien a través de su obra nos embebe en el arte de encontrar las formas y, en eso, encontrarnos a nosotros a mismos.

Por Camila Reveco
Periodista cultural con especialidad en artes plásticas
camilareveco.mza@gmail.com
Argentina

Suplemento de Cultura - Diario Los Andes 

La escultora argentina, nacida en la provincia de San Juan, Beatríz García Huertas trabaja con los materiales propios del oficio y modela como se ha hecho por siglos la piedra o la madera sometiéndose a las leyes orgánicas de la materia prima elegida.

Dentro de la creación artística y sus infinitas posibilidades, la escultura demuestra especificidades que resultan fascinantes al momento de expresarse: es que el objeto escultórico es tridimensional y ocupa un espacio determinado. 

En el Renacimiento se consideraba que un escultor es aquel que quita materia de un bloque hasta lograr que la figura aparezca (así lo explicaba Miguel Ángel cuando le preguntaban por su David). 

Por consiguiente, "esculpir" es quitar, saber detenerse, presionar, golpear de un modo certero, pulir y nunca equivocarse porque un golpe mal dado no tiene retorno. Todo esto para que “aparezca” el objeto artístico en potencia. 

Las figuras de Beatríz García Huertas saben brotar. La artista plástica sabe elegir cada material para cada obra; característica de todo buen escultor: seleccionar siempre con gran cuidado la piedra o madera sobre la cual van a trabajar. La elección de una madera –por ejemplo- no es solamente por su color, dureza o belleza: el dibujo incorporado en la veta tiene un papel fundamental y saber usarlo es producto de un discernimiento muy adecuado. 

La artista expresa total imaginación e impecable factura. Su trabajo trasluce momentos frágiles y melancólicos, de increíble sutileza, como también denota un lado lúdico, más apasionado, suelto y rebelde. 

Resultado de una obra hecha a conciencia, segura y tenaz.