En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el artista mendocino visitó el estudio de la radio FM UTN Regional Mendoza (94.5) para ser parte del Ciclo de charlas con los mejores artistas plásticos de nuestra Provincia. Leandro Pintos comenzó su carrera explorando el dibujo y la pintura: lo bi-dimensional. En la actualidad, y desde hace cinco años es la escultura -el volumen, que exige mucho dominio del material-, lo que lo tiene concentrado.
Transcripción exclusiva para Ophelia a cargo de Julián Reveco
jreveco@revistaophelia.com
-De la pintura a la escultura: ¿por qué ese cambio?
-Varios motivos… Uno de ellas fue que a partir de 2011 empecé a participar en los encuentros de “El Álamo” y eso me motivó, era un desafío nuevo. Si bien empecé a hacer talla en madera en 2005, a partir de estos encuentros quise dedicarle más tiempo a la escultura. No dejé el dibujo, porque uno siempre sigue dibujando, pero mi intención era perfeccionarme un poco más en la talla. Quise combinar materiales, maderas… que no sea solo una pieza. En todas mis esculturas hay distintos tipos de madera, y en las últimas he incorporado el metal. Es todo un proceso… Me gusta combinar materiales, soy coleccionista de objetos, de chatarra… Me la paso buscando troncos, distintos tipos de madera. He trabajado al momento con diez, quince maderas diferentes.
-El encanto de la madera
-Yo vengo del modelado, que tiene un proceso muy largo y en el medio del trabajo te puede salir todo mal y tenés que empezar de nuevo. Con la madera, aunque podés cometer algún error, se pueden encontrar soluciones en el camino. Es una escultura directa, vos empezás a tallar y queda lista la escultura. No lleva un proceso de vaciado, y lo otro que tiene es que cuando uno la corta, ya sea con una gubia o el hacha, es una sensación hermosa el brillo que deja el corte… El tema de trabajar con diferentes tipos de madera te amplia los recursos. Hay maderas que tienen dibujos propios y colores increíbles que parece que estuvieran pintadas. Son muchas las sensaciones que se pueden adquirir. Hasta el olor. Pero no todo es color rosa… Uno trabaja mucho para desarrollar el oficio y la parte creativa trae muchos dolores de cabeza. Lleva todo un trabajo de resolver la obra. Hay veces que he dejado obras inconclusas porque no resultan.
-De lo bidimensional a lo tridimensional: nuevos desafíos
-Por suerte tengo muchos referentes colegas -Daniel Ciancio, Gabriel Fernández, Fernando Rosas… entre otros-, de los cuales aprendo. Y eso me ha llevado a que todo el proceso sea más dinámico, más fácil. Pero saber dibujar, poder manejar lo bidimensional, me ha facilitado el trabajo.
-¿Por qué “nunca se deja de dibujar”?
-Saber dibujar es fundamental para todas las disciplinas. Uno cuando pinta, aunque se trabaje a partir de una mancha, necesita el dibujo como guía. Yo dibujo sobre la misma escultura. Marco rasgos, límites, por eso para mí el dibujo es fundamental. En el grabado, en la cerámica, en todo. Uno nunca deja de practicar; uno dibuja lo que se quiere llevar a tres dimensiones. Se hacen bocetos, se tiene al lápiz como guía. En el metal, por ejemplo, se puede trabajar con fibrones indelebles para marcar pautas. Mi escultura tiene mucho de dibujo.
-Resultado, figurativo…
-Exactamente. Si bien toda mi obra es figurativa, tiene algunos guiños de síntesis, de abstracción. Me interesa que la parte que falta, que no se ve bien, la complete el ojo de la persona que la está viendo. Así se hace participar al espectador también. Y esa es una de mis intenciones. Que la figura comience con una alta definición pero que invite a la imaginación. Mi obra tiene muchas formas geométricas, pero no totalmente definidas. Muchos vértices, muchos planos que rompen con la parte armónica de la figuración realista.
-Trabajar de artista y trabajar de lo otro:
-Yo tengo explosiones de trabajo. En una época pasaba un mes sin trabajar en el taller, porque tenía con otras responsabilidades (el trabajo del artista no es sólo hacer arte, uno también tiene que hacer en otras cosas). Pero una noche venía una carga de imágenes, ideas… y me ponía a crear y a lo mejor salían quince dibujos. Me pasaba toda la noche dibujando, hasta las seis de la mañana -y entraba a las siete a trabajar-, pero iba con mucha energía. Muchos de los que no me conocen por el ambiente artístico, me preguntan si dibujo por hobbie…. yo no hago arte por hobbie, para mí es una forma de vida. Puedo pasar dos días sin dormir pensando en una obra, y no es que ando con sueño, sino que el estar trabajando esas ideas se vuelven mi combustible. Uno se la tiene que rebuscar como puede y por eso se vuelven tan importantes los lugares (de exhibición) en donde mucha gente pueda ver tu trabajo, porque ésto no tiene sentido hacerlo sin un público. Lo mío es producir, tengo tiempos limitados. Voy acumulando fuerza y cuando puedo salen varias cosas a la vez. Cuando empiezo a trabajar me cuesta mucho parar y hasta he pierdo la noción del tiempo. He llegado a perder muchos kilos durante grandes producciones. Uno está tan concentrado en lo que hace que hasta pierde el hambre.
-La relación en el público
-Se aprende un montón de lo que el público ve. Quiere saber de la obra y del artista, de su vida y de cómo llegó a eso… Eso me enriquece y me hace sentir que estoy en el camino correcto. Creo que el arte es una disciplina necesaria para que las personas sean más sensibles; la obra es la que hace que el público se sensibilice.
-La importancia de llamarse curador
-La verdad es que sí, son muy importantes. Es una herramienta más para que la parte del público, que ya tiene cierta sensibilidad, vea algo más de la obra. Uno puede ir a tomar un vino, degustarlo, le fascinó… Pero hay gente que te puede explicar un poco más y hacer recomendaciones que ayudan mucho. Por eso el curador tiene mucha importancia. Para mí es fundamental. Podes estar o no de acuerdo con lo que dice de tu obra. Depende. Siguiendo con el ejemplo de los vinos, a veces te pueden hacer un buen maridaje o no. Pero en mi caso, generalmente mi obra no busca un significado. A mí me gusta la forma, la belleza de la forma. Me pasa que mucho después de hacer una obra me empieza a decir algo… pero en el momento lo mío es más explosivo y, a lo mejor, otra persona, puede encontrar un significado, pero yo no tengo apuro alguno en encontrarlo. No es necesario. Se puede disfrutar de una pintura o de una escultura solo porque te gustó el color o la forma.
Por “La Sed de los Peces” / La entrevista fue realizada en vivo y en directo por Charles, Jarvis, China Chiang y Moz de LSDLP, programa de radio que se emite por FM UTN Regional Mendoza | 94.5 los viernes de 20 a 22.
Se comparte versión de lectura para Ophelia.
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