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martes, 15 de marzo de 2016

Gabriel Sainz: Elogio a la naturaleza


En una entrevista exclusiva el pintor figurativo argentino se refiere a su obra, a los concursos de arte y a la figura del curador, entre otros temas. "Creo en una pintura que no necesite quién la explique redactando un largo exordio lleno de adjetivos y citas de frases de pensadores", sostiene. 

Por Camila Reveco 
camilareveco.mza@gmail.com 
Argentina


Lo he dicho en varias oportunidades y la obra de este pintor argentino reafirma mi postura: la pintura figurativa está más viva que nunca gracias a exponentes virtuosos en todo el mundo. Este estilo pasa como una topadora frente a tantas propuestas reiterativas, frívolas, aburridas y vacías de contenido. Me refiero a la burbuja que cada día se infla un poco más (y no termina de estallar) del auto denominado “arte contemporáneo” 

Pero vamos a lo nuestro: Gabriel Sainz nació en Buenos Aires, Argentina en febrero de 1967. Mostró interés por el arte desde niño y se formó en técnica de pintura con maestros de la talla de Antonio López, entre otros, demostrando tener un dibujo impecable, buena factura y oficio. La educación formal ya no enseña a pintar, hay que buscarse maestros, es la mejor decisión. 

Conocí el trabajo de este artista argentino gracias a las redes sociales y me llamó mucho la atención los temas que elige y la manera particular que tiene al momento de representar nuestro entorno. Posee un mundo propio que surge de un amor genuino por la naturaleza y que demuestra la combinación de habilidades técnicas y creativas que resultan de un estilo muy personal. Su atención rigurosa la ha logrado después de años de estudio de la figura, la perspectiva y la composición. 

Gabriel Sainz es dueño de una pintura depurada. Su obra está llena de sorpresas y se nota que detrás de cada pincelada hay un creador que puede hacer -también- poesía. El resultado es excelente y demuestra que la creatividad, la belleza y la imaginación están lejos de desaparecer y que son fuerzas que laten y luchan por escapar desde el interior de un verdadero artista. 





-¿Cómo fue su educación artística? 



-No tuve educación formal, soy más bien autodidacta. Según mi madre dibujo y pinto desde los dos o tres años, estimulado por ella, quien fuera estudiante de Bellas Artes. Luego de un modo algo caótico pero movido por la certeza de un llamado interior o más bien una necesidad, fui asistiendo a algunos talleres y siempre trabajando con constancia. Mi presencia en el IUNA fue breve y debido a una especie de complejo con respecto a que no había tenido, justamente, educación formal. Pero al poco tiempo lo abandoné, antes de haber pasado un año cursando y la causa fue que no era lo que buscaba, ya no tenía ese complejo. Además había estado en buenos talleres, vendía y participaba de premios. Luego mi acercamiento a Antonio López y a Golucho fue más bien una búsqueda de replanteo, de no conformarme con mi trabajo; una auto exigencia mayor y por supuesto, un sueño cumplido también. 

- ¿Qué caracteriza a la actual generación de pintores figurativos? 

-Creo que tiene en común la necesidad del rescate del oficio de dibujar y pintar, con proporciones y teniendo en cuenta la luz, es decir: algo que requiere aprender la técnica ancestral y que no ha sido reemplazable por la fotografía, ni por otros medios visuales. 



-¿Por eso elige la figuración para expresarse? 

-Me dedico solo a la pintura figurativa y me siento lejos de las otras expresiones, como un tenista de un ajedrecista aunque ambos son deportistas y se cruzan en las olimpiadas, como los artistas en las bienales y ferias. No descalifico las otras múltiples expresiones, solo que mi interés, mi amor profundo y la emoción me llega con la pintura, es mi sentir personal. 

-Sin embargo, su trabajo me recuerda al surrealismo de Rene Magritte… ¿reconoce influencias? 

-No, Magritte no está siquiera en la lista de pintores que más me gustan pero han comparado alguna pintura puntual de mi autoría con alguna de Magritte (desde la idea, no así desde la factura) y al verlas advertí alguna similitud, por el lado de lo fantástico aunque eso fue hace tiempo. Cada vez me alejo más de esas cosas, mis intereses van hacia otro lado en estos momentos, en cuanto a pintores y a mi pintura. De hecho no me atrae el surrealismo y menos sus herederos. 



-¿Qué le interesa, entonces? 

-Cada uno de nosotros tiene una voz única, un modo de caminar, de respirar, posturas y gestos que nos son propios. Trato de pintar de ese modo, no de hacerlo como los pintores admirados o como lo hacía hace unos años porque uno no es la misma persona toda la vida. También detenerme cada vez más conscientemente en lo que me interesa, en mis amores, en mis lugares y no en temas que parecen ser un legado, una moda o que son de alguna forma, los que nos garantizan cierta aprobación de los demás.  Intento no “hacer” pensando en agradar sino en ir más profundo y sin tener en cuenta el tiempo que lleva cada pintura. Puesto en palabras suena muy bonito pero es así, una diferencia sutil que no significa que las pinturas sean mejores aunque sí las hace sinceras. 

-Gran parte de los personajes que representa están “alejados”, casi no hay primeros planos… 

-No creo que sea así, hay varios personajes cercanos, pinturas que son retrato. En las que mencionas, me interesa destacar el entorno, la relación de los humanos con el paisaje. Me gusta trabajar ese aspecto porque estamos alejados de la naturaleza: sentir el viento, pisar el barro, mojarnos con la lluvia, tocar piedras, cortezas de árboles, oler zorrinos o bosta, etc. La vida urbana actual lleva décadas distanciándose de eso. A mí me gustan esas actividades, he vivido en pleno contacto con una naturaleza hermosa y riesgosa. Cada vez que puedo paso mi tiempo en ella y por eso uso esas composiciones que me permiten situar al hombre como una pequeña parte de su entorno, como lo hicieran los románticos aunque hoy cobra otra dimensión. 



-Sobre la época que representa. No son personajes actuales, son de la primera mitad del siglo XX ¿Por qué?

-Empecé a pintar personajes de esa época cuando hice (hace más de una década) una muestra en homenaje a mi padre, quien vino en barco desde su España natal y tuvo que empezar otra vida. De modo extensivo, era un tributo a todos los inmigrantes. Luego fui a Nueva York, visité Ellis Island con sus fantasmas y me documenté sobre esa época. Con el tiempo me quedó el gusto de pintar personas de ese tiempo pero ya sin referirme a esos años, sino simplemente por gusto personal.

-Internet nos ha revolucionado a todos de algún modo ¿Busca pintores por la web? ¿Investiga? ¿Se sorprende con lo qué encuentra? 

-Solo cosas puntuales, no busco al azar, por ejemplo: si hay algún libro nuevo sobre tal autor o una entrevista a algún pintor que me gusta… Este océano que es la web tiene sus indudables ventajas pero hay que saber nadar para no perderse, ahogarse o naufragar. A veces pareciera que ciertas islas son confundidas con continentes. 

-Hace poco descubrí en Internet una obra que me fascinó… se trata de “La Noche triste de Hernán Cortés”, un óleo de 1890 del español Manuel Ramírez Ibáñez. Este pintor, junto a muchos otros de su generación, fueron artistas condenados al olvido por la irrupción del llamado “arte moderno” del siglo XX ¿Qué impresión le genera aquella época y qué pintores rescata de ese momento de la historia?  
-Que vos lo estés mencionando demuestra que si fueron olvidados y ha sido por los seguidores de las vanguardias y las modas. Pero hay un grupo no menor de público y pintores que nos interesamos en ellos, particularmente en esta segunda década del siglo XXI. Con respecto a los pintores la lista puede ser larga. Por mencionar, ahora recuerdo a Millais, Alma Tadema, Cabrera, de Haes, Sorolla, Lepage, Sargent, la obra temprana de Mondrian y seguramente estoy olvidando nombres que luego no me perdonaré. 

 "Interperie" (detalle)

 Pintura para el arte 

del disco "Mundo Anfibio" 

de Lisandro Aristimuño



- A partir del siglo XX surge el llamado "arte por el arte" y a los artistas parece dejar de importarles los temas relacionados a la guerra (Primera y Segunda) del Genocidio Armenio, del Holocausto, de Vietnam. Los pintores se ponen con las manchas, los cuadrados... 

-Tampoco han hecho panfletos a favor de esas carnicerías. Los carpinteros que han sido contemporáneos a esos artistas han seguido haciendo sus muebles de la mejor manera, los médicos curando, los campesinos sembrando y cosechando y los padres criando a sus hijos. Picasso pintó el Guernica ¿y qué cambió? -que por cierto fue un encargo de la República Española para la feria de París-. No se puede generalizar, en ese contexto estuvieron por ejemplo los pintores rusos, los muralistas mexicanos… Pero eso no cambia nada, los pintores -como cada persona que elige su trabajo- estaban, están y estarán en sus labores y eso es lo mejor que le puede pasar a la humanidad. De hecho, si eso sucediera en mayor porcentaje, mejores serían los destinos de todos. 

-En el transcurso del año se presentan algunas oportunidades para participar de concursos de pintura. En general ¿Qué opinión le merecen?   

-Por el lado de quien gana un premio o no, es engañoso porque no es parámetro de calidad y no tiene sentido alguno si se lo toma como una competencia. A veces vemos como crece el ego de los premiados pero no implica que suceda lo mismo con su pintura. Los concursos -debería haber muchísimos más de los que hay- son necesarios para poder apoyar a los pintores desde los premios y la difusión. Claro que para eso se necesita interés por parte del Estado y las empresas que auspician. Tal vez eso describa la sociedad en que vivimos respecto a que le interesa.  


-¿Qué impresión le causa la figura del curador? 

-Creo en una pintura que no necesite quién la explique redactando un largo exordio lleno de adjetivos y citas de frases de pensadores. Una pintura que interese o mejor aún,  que emocione porque el espectador es un ser humano, como quien la que la pintó y comparten una experiencia común: la vida. El curador, en ese caso, es un intermediario y a mí me gusta el trato directo, que la pintura se sostenga por si sola ante el que la contempla. Se trata de sentir más que de saber -imaginate entrar a un concierto de música y que un señor te explique lo que estas escuchando y viendo-. De todos modos, agrego que es más complejo que eso. Lo que se llama arte actualmente abarca tantas expresiones que el público necesita que le expliquen por qué ese objeto es valioso y justifica el lugar que ocupa, por caso, en ese museo. De modo que si bien pone en contexto un objeto expuesto, también a veces se justifica lo injustificable. Esta opinión sobre curadores es sobre el territorio que habito, la pintura figurativa. Te menciono una anécdota: un artista ganó un premio importante de arte contemporáneo con un objeto, al terminar la muestra y desmontarla, dicho objeto estaba en la vereda para ser trasladado y mientras el artista entró a buscar más cosas al sitio de exposiciones, los basureros se llevaron su obra premiada. Creo que esto ilustra la distancia que hay entre la sociedad y cierta parte del mundo del arte. 

-Usted se ha formado con artistas de la talla de Antonio López o Golucho, entre otros ¿Qué importancia tiene para un pintor la figura del “maestro”? 

-Eso debe decirlo cada uno. Mi parecer es que además de la carrera en una institución, se debe concurrir a algún taller en busca de un maestro, alguien que junto con transmitirte el oficio, te enseñe a amarlo. También a mirar, a sentirte parte de un grupo de personas afines, algo muy importante durante la formación para una tarea que luego es tan solitaria. Alguien que además de dictar clases, pinte pero que no quiera que lo hagas como él, a pesar que se suele ir a los talleres de pintores de los que admiramos por su trabajo. Debe ayudar a que aflore nuestra voz, si es que tenemos algo para decir. Una persona que tomes por maestro también por su vida, no solo por su pintura. Creo que tiene mucha importancia encontrar un maestro. 




-¿No cree que se ha perdido la figura del “maestro” entre las últimas generaciones? 

-No lo sé, pero aún hay grandes pintores que dan clases afortunadamente. 

- No es común trabajar el humor en la pintura ¿cómo se relaciona con ésta temática? 

-La solemnidad no me gusta en ningún orden y en la pintura pareciera que hay límites en los temas, el requerimiento de una especie de elegante sport que marca que cosas y cómo pintarlas. Me gusta andar con ropa cómoda, así que del mismo modo, a veces, pinto usando el absurdo, que a veces pareciera acercarse al humor. 

-¿Cómo se lleva con esto de “hablar” sobre su trabajo? 

-Siempre tiene algo de palabrerío esto de acercarse a la pintura desde la opinión. Y al tratar de definirlo con otros solemos hacerlo con cierta torpeza. Cada pintor habla con sus manchas pero agradezco este espacio que difunde nuestro oficio. 

Sobre el pintor: 
Gabriel Sainz nació el 25 de febrero de 1967 en Buenos Aires, Argentina. 

Ph: Ian Sainz 

Estudios formales: “No tengo, solo talleres y alguna beca”. 

Menciones/Reconocimientos:
-Mención Salón Nacional de Artes Visuales, Palais de Glace, 2014 

-Mención Salón Félix Amador, Luján, 2013 

-Mención Gran Salón de Pintura Centenario Colegio Ward, Bs. As., 2013 

-Mención Premios AAGA (Asoc. Argentina de Galerías de Arte), Expotrastiendas, 2010 

-Mención Salón Nacional de Artes Visuales, Palais de Glace, 2005 

-Mención Salón Quinquenal Martín, Museo Q. Martín, Bs. As., 2005 

-2º Premio Salón Félix Amador, Q. Trabucco, Vte López, 2009 

-2º Premio Salón Nacional Quinquenal Martín, Museo Q. Martín, Bs. As., 2006 

-2º Premio Salón Bollini, Salón Azul, Senado de la Nación, Bs. As., 2004 

Sus gustos: 
Un libro: “El mito de Sísifo” de Albert Camus (porque me reafirmó conceptos que pensaba,  dichos de la mejor manera) 

Un grupo de música o un solista: Lisandro Aristimuño (porque cuando trabajo su música me limpia y me mejora). 

Un disco: “Las crónicas del viento” de Aristimuño (porque vuelvo a él como quien vuelve a un abrazo). 

Una canción: Pájaros de barro de Manolo García (porque me acompañó en varias latitudes viajando solo). 

Una película: “Mother and Son” de Aleksandr Sokúrov (porque es buena pintura en movimiento)

Un hobby: “No me gusta esa palabra, ni ese concepto, mi tiempo lo ocupo en cosas que me apasionan, no que solo me entretienen” 

Contacto: 
Facebook: https://www.facebook.com/gabriel.sainz.9?fref=ts
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