El artista mexicano Alfonso Fernández Benítez habló en exclusiva para el blog. Defensor acérrimo de la pintura y con una clara intención por diferenciarse de las propuestas que están “de moda”, asegura: “Siempre lo que esté bien hecho ocupará en algún momento el lugar que se merece”.
Por Camila Reveco
Periodista cultural con especialidad en artes plásticas
camilareveco.mza@gmail.com
Argentina
En contra de muchas de las corrientes que priman en el mundo del arte contemporáneo, el joven pintor figurativo Alfonso Fernández Benítez (1986) nacido en la ciudad de Puebla, y de formación autodidacta, es un claro defensor de la técnica y el oficio que exige la buena pintura; resultado siempre del trabajo y la creación.
La pintura, ese lenguaje que depende sólo de la capacidad y maestría de un artista para modelar materiales inertes; aquella que, a través de un proceso lento y meticuloso, logra convertirse en un objeto único e irrepetible que perdurará a través del tiempo.
“Creo que en el arte -opina el pintor- es importante dominar los materiales y las texturas, pero también hay que ser inteligente; sucede que algunos ocupan su inteligencia sólo en vender y posicionarse y otros en pintar”.
La obra pictórica de Fernández Benítez es de temas variados: objetos, paisajes, figura humana -específicamente desnudos- y retratos, en los que se destacan niños a los que representa en entornos oscuros logrando captar sus actitudes, estados de ánimo e incluso pensamientos.
El mexicano comenzó a pintar cuando tenía tan sólo catorce años. A esa edad acercó su trabajo a una galería de su ciudad, en la que terminó trabajando.
“Me aconsejaron alguna vez que no me dedique a esto, -dice Fernández Benítez- porque iba a morirme de hambre (risas)” y agrega: “A pesar de que el camino ha sido duro, nunca he dudado de mi elección. Mi objetivo siempre ha sido posicionarme dentro la pintura figurativa mexicana”.
-En su formación como pintor fue clave la figura del español Eloy Morales, su principal maestro.
-Sí. En 2013 logré viajar a España para ser alumno de Eloy Morales -uno de los mejores hiperrealistas del mundo, súper humilde y gran persona-. Fue fundamental para mi carrera viajar porque además puede conocer a muchos grandes pintores realistas de la historia, vivos y muertos.
-¿Viene de una familia de artistas?
-No...Vengo de una familia de escasos recursos y mi formación ha sido totalmente autodidacta. Comencé muy joven a trabajar como profesional de la pintura y a los diecinueve logré independizarme completamente para vivir de esto. ¡Mi madre pintó hace un año un cuadro muy bueno! Pero no vengo de una familia de pintores.
-Uno de los temas que le interesa es la figura humana -y el desnudo- ¿Cuál es la reacción de los galeristas en México sobre este tema?
-La figura humana es lo que más me interesa plasmar en mi obra, aunque no es lo único que pinto; también pinto objetos, paisajes. etcétera. La respuesta de las galerías en México sobre el tema del desnudo es aceptable, nunca me han censurado.
-¿Por qué le resulta atractivo el desnudo?
-Siempre me interesó desarrollar la figura humana; ya sea desnudos femeninos, masculinos, ancianos, niños etc. Todos los cuerpos son diferentes aunque existen cánones, ningún cuerpo es igual a otro. Me resulta interesante descubrir mientras pinto que cada cuerpo es único.
-Pinta con frecuencia a niños en ambientes oscuros. ¿Por qué?
-La gente cree que un niño es sinónimo de felicidad y yo no estoy de acuerdo con eso. Lo que no es común me resulta más atractivo para pintar. Pinto niños porque para mí es la etapa más importante de los seres humanos. Los fondos oscuros son un recurso que utilizo para acentuar que un niño no siempre sinónimo de felicidad. Me interesa plasmar especialmente la soledad y es por eso que los fondos están vacíos. Esta serie la fui dirigiendo de a poco, con el paso de los años. No me fue fácil adaptarme a ella. En la actualidad sigo profundizando en este tema.
-¿Se siente más cómodo trabajando con óleo o tinta?
-Con el material que me siento más cómodo para trabajar es con el óleo, es el material que se adapta más a mis necesidades.
-¿Cuáles son sus desafíos más grandes como pintor?
-Mi desafío más grande se produce cuando tengo un lienzo en blanco al frente. Siempre tengo un miedo muy fuerte al comenzar un cuadro; ha sido así desde que comencé a pintar. Quiero superar el miedo que me causa empezar una pintura y enfrentar el lienzo con exactitud y valentía.
-¿Cómo se imagina dentro de veinte años?
-Me veo pintando y creando como ahora… y tal vez logre a esa altura hacerlo de una forma más segura y contundente. Mi meta es llegar a sentirme pleno y satisfecho de mi trayectoria como pintor. Siento que hay mucho camino por recorrer y me quiero seguir preparando. No soy un mecenas, ni muchos menos un maestro, pero me gustaría, con el tiempo, poder compartirles mis conocimientos a personas de escasos recursos que quieran pintar, para que puedan hacerlo y pinten sin parar. Me gusta mucho trabajar en equipo. Pienso que solo no se llega muy lejos. Aunque me gusta pasar mucho tiempo en soledad y estando solo encuentro claridad para mis obras... reitero, me gustan los equipos. Por amor al arte, verdaderamente, quiero compartir lo que sé, con gente que tenga ganas de crecer, con gente que tenga hambre de superarse.
-¿Qué opinión le merece la feria de arte “Zona MACO” de México?
-Es interesante que exista en México una feria de arte con tanto renombre mundial, aunque las veces que he asistido lo único que me ha llamado verdaderamente la atención es el precio tan exagerado de las piezas que allí se exponen, nombradas como arte objeto. Pienso que lo que se expone en ese lugar sólo es moda; y como toda moda tarde o temprano… ¡se pasara de moda!
-¿Qué opina de aquello que está “de moda”?
-Para mí el arte es un lenguaje: existe el lenguaje complejo y el lenguaje simple. Existen personas que prefieren usar el lenguaje simple para expresarse, como existen otros que prefieren usar el lenguaje complejo. Yo lo que hago es pintura clásica de caballete, pienso que ese tipo de pintura nunca pasará de moda. Creo que en el arte es importante por un lado dominar los materiales y las texturas, pero también hay que ser inteligente; sucede que algunos ocupan su inteligencia sólo en vender y posicionarse, y otros en pintar y hacer bien su trabajo sin importar lo que opinen los demás y por supuesto, más allá de las modas. Siempre lo que esté bien hecho, ocupará en algún momento el lugar que se merece.
-Coincide con la postura de su compatriota, la crítica de arte Avelina Lésper…
-Avelina Lésper es una persona que defiende la pintura clásica de caballete y ese es un lenguaje que yo considero complejo. Concuerdo en muchas cosas con ella… Está en desacuerdo con que se llenen las ferias de arte y los museos de “objetos del anti-arte”, como ella misma los llama. Aunque tenemos que asumir que siempre existirá gente que defienda la pintura clásica de caballete y otra que se dejará llevar por la posmodernidad y se incline por los movimientos efímeros.
-¿Qué proyecto está encarando ahora? ¿Alguna exposición o muestra?
-En 2016 voy a montar mi primera exposición individual en el CCU -Complejo Cultural Universitario de la Buap (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla). Se trata de la sala de exposición más importante después del Museo Amparo. Tienen una sala espectacular. Es enorme...
-Por último, ¿cuál es la historia de la obra que seleccionó para ilustrar esta entrevista?
-Elijo “Muñelocos”. La inspiración surgió al visitar el Museo Reyna Sofía en España, después de haber tomado un curso de pintura con el pintor español Eloy Morales, quien, además, me despertó un interés diferente en mi técnica de pintura y dibujo… Pasó en el museo que me topé de frente con los grabados de Goya. Me impresionó demasiado cómo en un pedazo tan pequeño de papel, un artista puede cargar tantos sentimientos y hacer alarde de una técnica envidiable de dibujo y denotar en su máximo esplendor un suceso de la vida. Allí comprendí muchas cosas sobre lo aprendido en mi estancia en España… Al regresar a mi país, México, solo pensaba en esas imágenes plasmadas en papeles tamaño carta. El resultado fue esta obra titulada “Muñelocos”. Se preguntarán por qué el nombre… se trata de la marca de los peluches que me he ido ganando en las máquinas tragamonedas que aquí en mi país son muy populares… La chica que está con vestido blanco es Samantha, una joven mujer que al verla me inspira pintarla. La técnica es lápiz sobre papel.
Sobre el pintor:
Alfonso Fernández Benítez nació el 6 de enero de 1986, y vive en Puebla, México.
Su obra puede verse a través de su cuenta en Facebook: www.facebook.com/alfonsofernandezpainter y en su blog:http://alfonsofernandezart.blogspot.com.ar/
Sus gustos:
Un libro: “En las cimas de la desesperación” de Emile Cioran, 1933
Un grupo de música: “En general me gusta toda la música, de preferencia el género electrónico”.
Un disco: “Born Villain” de Marilyn Manson
Una canción: “Slo-Mo-Tion” de Marilyn Manson
Una película: “Modigliani” de Mick Davis, 2004
Una frase: La magia existe
Un hobby: La fotografía y convivir con mis mascotas.
Facebook:Alfonso Fernández Benítez
https://www.facebook.com/alfonsofernandezpainter
Web/Blog: http://www.alfonsofernandezart.blogspot.mx
El artista
La entrevista se publicó además en Diario Los Andes (Mendoza-Argentina)
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