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sábado, 31 de enero de 2015

Darón Mastropiero: A dibujar sólo se aprende dibujando


Dibujante en birome, esa es su especialidad. El joven argentino Daron Mastropiero repasa su trabajo, opina sobre la ‘esencia artística’ y arremete contra críticos de arte y curadores.


Por Lic. Camila Reveco

camilareveco.mza@gmail.com
Argentina

El dibujante argentino Daron Mastropiero (Merlo, Buenos Aires, 1992) se destaca en el campo del dibujo y la birome es el único elemento con el que trabaja para representar momentos de la vida cotidiana con un nivel de detalle casi obsesivo. La tinta azul es la elegida para sus retratos. 

Mastropiero -nombre artístico en honor a Les Luthiers- domina la técnica. Se destaca además por la composición y equilibrio de las formas. 

Sus dibujos son el resultado de horas y horas de trabajo. "A las instituciones de formación artística deberían renombrarlas porque son instituciones de “deformación” artística", sostiene. 

-Siendo la birome el instrumento más popular usado para la escritura, ¿por qué la elegiste para dibujar?

-La birome también es el elemento que todos usamos alguna vez para hacer garabatos al costado de una hoja en horas de clase o de aburrimiento... A los once comencé a dibujar y surgió esto, que es el resultado de una búsqueda plástica. 

"Estoy contento porque mi trabajo me conecta a mi infancia y al mismo tiempo “dibujar con birome” significa estar fuera de los parámetros establecidos formalmente como elementos artísticos “tradicionales”. Usar birome es una sutil broma, es ironía y burla. Por eso llamo a lo mío “lerolerismo” -del “lero-lero”-". 

-¿Cuánto tiempo -y cuántas biromes- te demanda un dibujo?

-Estoy veintisiete horas promedio para cada dibujo -independientemente de sus dimensiones-. En los trabajos más grandes -de 2 x 1,5 m.- uso por lo general entre 16 y 23 biromes. Utilizo varias marcas y prefiero las que tienen más variantes de grosores y calidades tonales.

- ¿Cómo organizás tu trabajo? ¿A partir de fotos? 

-Efectivamente. Saco centenares de fotos. Puedo tener quinientas fotografías y dibujar sólo una o dos. Elijo sólo las que puedan hacer gala de aquello que quiero expresar.

- Realizás un dibujo previo a lápiz, ¿directo o calcado?

-Realizo una pequeña ubicación con el lápiz, pero sólo a veces. En realidad sólo agarro la birome y le doy de una, sin vueltas... ¡Y lo de “calcado” no me gustó! (risas). No hago el dibujo a partir de líneas rígidas o semicírculos para cabeza, ejes..., eso ya lo tengo interiorizado. Aplico lo que sé de anatomía y de las facciones de la modelo en particular. 

-¿Cómo lográs tal grado de realismo en los detalles, las manchas, los esfumados, las sombras? 

-No tengo ninguna técnica en especial, realmente no hay grandes misterios. Sólo dibujo. 

"Tal vez, al igual que todo lo que se hace en la vida, el secreto esté en cuanto amor y dedicación le pongas a las cosas. Yo amo esto, amo el arte en general y el dibujo en particular. Doy todo y entrego un poquito de mi alma en cada trazo". 

-¿Sentís que respetan tu trabajo?

-En algunos lados es muy bien recibido y en otros te ningunean y me encuentro con comentarios del tipo: “¡Aaah! Yo conozco a uno que también hace eso”... Onda: hay millones de pinturas hechas con óleo o acrílicos, y yo en una “expo” no digo: “¡Ah! conozco a un millón de personas que pintan con óleo”. Si trabajás con acrílico u óleo nadie te dice nada, pero ven una birome ¡y pierden la cabeza! No hay mucho respeto. Pero posta que te da bronca que la gente hable así, más cuando son supuestamente ‘del palo’: “Yo conozco a tal que también dibuja con birome...”.

“¿Qué respondes? Y bueeeno, ¡te felicito!; pero, ¿sabés qué? ¡¡¡No hacemos lo mismo!!!”. Es como que yo diga que Van Gogh, Monet y Helmut Ditsch hacen lo mismo porque los tres pintan paisajes y usan óleo". 
- ¿Qué rescatás de la formación en artes que recibiste?

-Cuando hablo de mi formación artística me gusta referirme a Gerónimo Zamora, mi profesor de artes plásticas de la escuela y a la artista Yvonne Beribey, especialista en xilografía, con quien tomé clases en su taller. De ellos rescato la técnica que manejo y las claves tonales, pasajes, peso visual, texturas, etc. En el profesorado me aburrí, se lo dije siempre a los profesores y a mis compañeros.
"Lo dije en los pasillos de la facultad, ¡y a los gritos! No se profundiza en nada. Las instituciones son muy básicas y están repletas de tipos que hablan de campos específicos que no dominan". 
Te estoy hablando de la institución por la que pasó (Antonio) Berni y (Antonio) Pujía, “la mejor del país” (Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano de Barracas). A las instituciones de formación artística deberían renombrarlas porque son instituciones de “deformación” artística. 


-¿No has probado agregar a tus obras otros materiales? 

-Estoy en eso. Trabajando una serie para un libro álbum con “La Duendes” -una editora de historietas de la Patagonia- con la temática de la figura femenina. Allí exploro diversas técnicas. Espero que el proyecto pueda ver la luz este año. Pero, en general, disfruto de la monocromía y me gusta explorar los matices y valores propios de este elemento que es la birome. Me gustan todas sus posibilidades y sobre todo las que ofrece con el azul. 

- ¿Qué artistas te inspiran? 

-Me inspiro con el Dadá y tengo mis influencias de lo más variadas: desde ya Salvador Dalí, Les Luthiers -ellos me enseñan la dignidad y calidad que hay que dar siempre-, Helmut Ditsch, H.R. Giger, Gottfried Helnwein y Björk, una artista sublime. 

- Has expuesto en distintos centros culturales, ¿qué opinás de los jurados, curadores y críticos de arte?

-Voy a citar a Les Luthiers: “Un creador consagrado, un artista verdadero, debería haber ganado algún premio Mastropiero, y si jamás lo ha logrado, la razón es evidente, o no es un gran artista o no ha pagado lo suficiente”. El arte es demasiado grande y bello, pero -abocándonos sólo a lo visual- yo no creo en la competencia dentro del arte. En los Salones todos sabemos que el 99% de los premios están arreglados ¡Oh casualidad!: siempre son para “el primo de tal”, “el amiguito del otro”, etc. 

"Los curadores son la respuesta a la pregunta que nunca nadie hizo y los críticos de arte emanan de sus palabras frustraciones o son bancados por un galerista para hablar genialidades de algún acomodado. Todos juntos son parte de un sistema que privatiza la cultura". 
“Por ahí pensás...  -¡Qué lindo sería exponer acá en esta galería!... -¡Son cinco mil pesos!”. Es obsceno el nivel de descaro al que se llegó porque los que tienen el poder -que dictaminan a qué artista le dan un espacio y a cuál no- trabajaron tanto la moral colectiva que se llegó a un punto oscuro en el que se asimila que es “normal” no tener un lugar para exponer y no vivir de lo que querés.
"La esencia artística murió, fue descuartizada; sólo quedó el negocio de los que venden por millones de dólares, porque fueron designados como los “artistas conceptuales consagrados”. 

- ¿Frente a qué escenario estamos entonces?

- Estamos en la época en la que un curador y un galerista valen más que un artista o la obra en sí misma. Se aisló al pueblo de este “arte conceptual de vanguardia”. Sólo se concentran en el dinero. Que todo un sistema de galerías banque a unos quitándole la oportunidad a otros es deplorable. No hay gestión cultural que permita becar a artistas, ni hay lugares que den espacio, comodidad, seguridad en la integridad de las obras. 

- ¿Cómo te las ingeniás para exponer y mostrar tu trabajo?

-Existen los centros culturales públicos, aunque no se responsabilizan de nada, y eso es un problema. Los galeristas son a los artistas plásticos lo que las disqueras a los músicos. Pero hoy es mucho más simple la cosa, yo suelo decirles a los que no pueden ir a mis ‘expos’ que no se preocupen, porque hay un lugar que se llama Facebook.

"El arte es un fenómeno extraordinario y es del pueblo y como tal, debe quedarse al alcance de ellos. No puede quedarse con un galerista, no puede, no debe". 

Mis ‘expos’ siempre son gratis, pongo de mi bolsillo para que beban y coman algo, hasta sorteo algún dibujo porque considero que la gente debe tener acceso a la obra de arte, a los originales. Hoy las redes acortan distancias, son una herramienta genial y representan una gran salida.  Hay mucha movida por esos lugares, pero: ¿qué es lo que pasa? Si la gente “entendida” no te ve en tal galería, tu obra es igual a nada. “Y a ése ¿quién lo conoce?”, preguntan. 

- Si bien sos un artista muy joven, ¿qué consejos le das a los que se inician?

-Que crean en sí mismos y que se cultiven, que lean y reflexionen para poder de esta manera formar su propio sistema de creencias y ser libres de mente y espíritu. No hay nada más peligroso para los que tienen el poder que una persona libre y educada. Cuestionen todo aquello que se les plantee a sus ojos como absoluto, suelten el pájaro en mano por los cien que están volando, e ignoren las críticas, porque es muy fácil para todos los que nos dedicamos a las artes visuales encontrarnos con comentarios desalentadores:  “¡eso no es lo tuyo!”, “¡te vas a morir de hambre!”, “¿por qué no buscás un trabajo de verdad?”. Si lo creés, lo creás. Sólo hay que confiar en uno y trabajar duro: a dibujar sólo se aprende dibujando.

-¿Cuál es la historia del dibujo que elegiste para ilustrar esta nota?

-"San Ictícola de los peces (tan santito que parecía)". Es es la única obra de la cual me siento realmente orgulloso. Me satisface el nivel técnico logrado y claro, haber podido dibujar a semejante genio como lo es el inigualable Carlos Núñez Cortés -integrante de Les Luthiers-. Había intentado dibujos de este tipo durante años y nunca llegué a estar satisfecho con los resultados. Fueron tres meses de trabajo minucioso, sobre todo en las escalas y peso visual de los elementos que aparecen representados en esta escena de uno de sus sketchs. Si bien es un homenaje a Carlitos también lo es a la obra de Gerardo Horovitz, el fotógrafo de Les Luthiers que falleció en 2009. De él es esta captura que he representado con birome, en un soporte de aproximadamente 50 cm por 40 cm. 


Sobre el artista:
Daron Mastropiero nació el 23 de Julio de 1990. Es de Merlo, provincia de Buenos Aires. Profesor de Artes Visuales. Menciones: 1° Mención en Dibujo - Salón de Verano “Graciela Mosches” - 2013


Gustos:
Un libro: “The Killing Joke” (novela gráfica escrita por Alan Moore e ilustrada por Brian Bolland)
Un grupo de música: Les Luthiers
Un disco: “The Wall”, de Pink Floyd (1979)
Una canción: “Misunderstood” de Dream Theater
Una película: “The Wall” de Alan Parker (Reino Unido, 1982)
Una frase: “El arte es nada porque está en todos lados” (Frase de Daron) 
Un hobby: Ver videos de sus artistas favoritos, series de tv y jugar videojuegos.

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