En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el escultor mendocino visitó el estudio de la radio para contarnos detalles de su trabajo, nos habló sobre la magia que esconde cada material y cómo puede relacionarse éste lenguaje con el musical. Su forma de expresarse nos habla de un persona llena de sensibilidad hacia el arte, receptivo a elevadas inspiraciones y con un amor genuino por su oficio. En él conviven dos aspectos fundamentales del arte; el elemento formal y el interno.
Por: La Sed de los Peces
-Todo empieza por casa:
-“Tengo un enorme agradecimiento a mis padres porque son dos personas que me pescaron la volada y me incentivaron. En ese sentido arranqué con la pata derecha. El camino lo hace uno solo pero estoy agradecido de haber sido apoyado. La verdad es cada vez sucede creo con menos frecuencia eso de que a personas, que nacen con ese “bicho interno” por crear, las familias que les digan: “con eso te vas a cagar de hambre”. Yo me crie viendo libros de Historia del arte, viendo a mi vieja pintar, y tuve el incentivo por genética. Pero uno tampoco se puede quedar con eso. Hay que entrenar la constancia sin desistir. Se debe ser perseverante, estratega e inteligente”.
-La elección del material y su relación con la música: “Cada uno tiene su misterio, su delicia”
-“Primero que nada hay una cuestión puntual de química. Siempre hablando de lo que se considera la escultura de oficio, la tradicional ¿no? Cada material tiene su misterio, su delicia, y hasta se puede relacionar con las analogías de distintos tipos de personalidades, de arquetipos, desde lo psicológico. Hay mucha variedad entre la naturaleza de cada material y cómo se logra sacarle sonido, haciendo la comparación entre la música y las artes plásticas. El sonido que le sacás a la madera en la escultura te permite acceder a piezas realmente magnéticas, poderosas y más allá de su tamaño. Una pieza monumental puede caber en la palma de una mano; la monumentalidad es una actitud ante el hecho estético, ante la forma, ante la vida. Y vuelvo a la comparación con la música. Por ejemplo, un bajista con años y años de experiencia… llega un momento que a su bajo lo puede hacer sonar como una guitarra. Ahí es donde se accede a un sonido misterioso, poderoso, con poesía. Siempre digo que hay que buscar que la arcilla suene como la piedra, alcanzar ese lenguaje intrínseco después de haber practicado mucho el lenguaje propio de cada material. Ver una escultura en piedra que parezca de arcilla. Ver una escultura de madera que parezca de cerámica”.
-Tallar, un trabajo “brutal”:
-“Tallar, por ejemplo, con una motosierra es muy duro, es muy físico. Una cosa que me ha pasado en los encuentros de escultores es que, tenemos normalmente que, en cinco o seis días debemos definir un tronco gigante. Y durante los primeros tres días de trabajo, no duermo… porque es tan intensa esa actividad que mi cerebro no puede parar de tallar aun cuando estoy en mi cama. Por eso cuando uno ve a una mujer que talla piedra o madera, se saca el sombrero… porque tienen un espíritu feroz. Son mujeres, sin duda, de mucho poder, con mucho espíritu, mucha fuerza, mucha resistencia. Traspasan el esfuerzo que implica en lo físico esculpir, hay exigencia emocional, intelectual. La escultura termina siendo una gran meditación activa porque te hace atravesar una hora de trabajo que es brutal. El trabajo del pintor o del dibujante es más tranquilo, más intelectual”.
-El camino del artista plástico: constancia, perseverancia y convicción
-“Es necesario terminar con el concepto de que el artista plástico es un loco, indisciplinado, que le sale un cuadro bueno porque le llegó la inspiración o por mera ocurrencia. El deportista debe entrenarse todos los días y mucho; si no, sale a la cancha y no mete goles. El camino del artista plástico es igual. Yo cuando tenía diecinueve empecé a estudiar bajo y me di cuenta que me tomaría mucho tiempo ser bueno, tenía que practicar mucho para ensamblarme en una banda. Luego pensé que ese tiempo y energía quería dedicárselo a la plástica, y dentro de la plástica iba a cultivar diferentes oficios. Decidí distribuir mi tiempo diario haciendo una actividad fija que me permita ganar algo de dinero -para después no andar diciendo que me morí de hambre por elegir mi vocación-… Pero que esos kioscos que nos permiten vivir no tienen que cegarte la mente y la vida como para abandonar la verdadera vocación. Perseverancia; eso se necesita. La verdad es que para mantener un nivel de producción artística se necesita de mucho tiempo y energía. Uno encuentra a través de los años a muchas que quisieron, que pudieron lograrlo… pero dejaron. Constancia. Perseverancia. Convicción. La vida es arte. Por eso los Mayas decían que la vida es arte. Esto implica una actitud ante la vida”.
-La experiencia en Zimbabwe:
-“Allí existe la única escuela escultórica en piedra de África. Ahí en Zimbabwe tienen desde producción en serie, artesanía, hasta producciones de escultores que hacen obras originales y que realmente tienen un vuelo increíble. Existe un alto grado de desarrollo en lo formal, en lo conceptual. Ahí aprendí a tallar piedra, porque ellos tallaban sin herramienta eléctrica (como la amoladora o el rotopercutor, que hacen que se avance más rápido). En Zimbabue puntualmente tallaban todo a mano y así pude concebir la complejidad necesaria desde lo compositivo, intelectual, emocional. Pude darme cuenta de lo que significa realmente sacar de un bloque una pieza”.
-El arte de la calle y el de las galerías:
-“Mayormente he elegido desarrollar mi obra más en la calle que en otros sectores. También he estado en lugares de alcurnia, y si el día de mañana vuelvo a estar, lo haré con la misma actitud humana que cuando estoy en la calle haciendo murales. Ahí sucede que la producción estética es contemplada por todos sin filtro, y actúa directamente en el espíritu del ser humano. En las galerías, en cambio, se admiran obras, pero lo que yo siento es que el poder de manufactura y el poder de esos objetos mágicos están tamizados. Están violados por el juicio o prejuicio estético, por la palabra. En la calle, el objeto estético se inserta de modo directo. Ahí llega o no llega. Trasmite o no trasmite”.
-La escultura figurativa dentro del escenario contemporáneo:
-“En las artes plásticas se genera una suerte de flor del loto, que es la metáfora del budismo. La flor bella sale de entre tanta escoria humana. La manufactura artística tiene ese poder. Si tiene ese poder, lo trasmite. La Historia es una daga cruel que se encarga siempre de seleccionar qué cosa realmente aportó al espíritu humano y qué cosa no, que valió y que no valió. Yo sé que soy auténtico con lo que hago, con la imagen que hago. Podría, por supuesto, cambiar de rumbo en función de lo que está de moda y encaminar mi trabajo por ahí, amontonar escombros en las bienales por ejemplo, pero no estaría respondiendo a mi llamado interno”.
-Básico/Facundo de la Rosa:
-Facundo de la Rosa nació en Mendoza en el año 1974. Egresó de la Escuela Provincial de Bellas Artes en 1993. Es Licenciado en Artes Plásticas por la Universidad Nacional de Cuyo. En su adolescencia pasó por los talleres de artistas como Gastón Alfaro, Chalo Tulián, Fausto Caner y Ricardo Marino. A la fecha, ha realizado más de quince exposiciones individuales y ha participado en más de cuarenta obras colectivas.
Por “La Sed de los Peces” / Esta entrevista fue realizada en vivo y en directo por LSDLP, programa de radio que se emite por FM UTN Regional Mendoza | 94.5.
Transcripción a cargo de Julián Reveco
Fotografías: Gentileza de Facundo de la Rosa
Fan page del artista: https://www.facebook.com/facundodlr/
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