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jueves, 17 de noviembre de 2016

Alejandro Pasquale: El pintor de la botánica

Plantas y niños enmascarados se entrecruzan inquietantemente en sus pinturas. El artista porteño es dueño de una obra tramada a golpes de sorpresa. 

Por Lic. Camila Reveco
camilareveco.mza@gmail.com
Argentina


En diálogo con el pintor, radicado en Buenos Aires desde el 2006, repasamos su trayectoria -siempre marcada la figuración- y se refirió además al recorrido que fue delineando a través del tiempo, pasando primero por una etapa de dibujo en birome y luego por pinturas que denotan su afición por el mundo de las plantas.
La botánica y el arte han mantenido desde siempre una estrecha relación y la obra de este pintor argentino nos recuerda ese magnífico vínculo. Observar las creaciones de Alejandro Pasquale nos acerca al trabajo de los antiguos botánicos que debían dibujar con precisión las plantas que observaban en lugares remotos para su posterior estudio; esos mismos dibujos además ilustraban las enciclopedias que luego las familias miraban con atención en casa. Tiempos en que no existía la fotografía como herramienta para registrar de forma instantánea aquello que se tenía como objeto de estudio, y a los científicos no les quedaba más remedio que ingeniárselas con un lápiz. Así como aquellos investigadores necesitaron de la creatividad para lograr resultados, el artista Pasquale observa y estudia de forma autodidacta el mundo vegetal a través de libros de botánica porque le significan una herramienta para producir su obra final.
Por eso dice que la clave para aprender es “aprender a observar”; allí se encuentra el mayor desafío de este joven pintor que sorprende por tener una temática tan original y por representar de forma tan peculiar a sus personajes (los niños) en entornos también muy llamativos. A Alejandro no le asusta tomar riesgos.
La nueva camada de artistas figurativos me sigue sorprendiendo y me hace pensar en uno de los aspectos más maravillosos del realismo: nunca jamás habrán dos artistas que representen de igual modo el mismo objeto. (vean luego la nota a la paraguaya Yuki Hayashi que también pinta plantas y verán que es muy diferente a Pasquale) ¡Qué viva la pintura!



miércoles, 16 de noviembre de 2016

Doménico Cirasino cruza los límites con “Invocaciones”



El creador mendocino presenta su muestra en la que juega con aspectos nuevos de la expresión artística combinando mundo real y virtual. Se trata de una formación múltiple en donde interviene la plástica, lo digital y la programación. Inaugura el viernes 18 de noviembre en el Espacio Contemporáneo de Artes de Ciudad a las 20. 

Por Camila Reveco

Periodista cultural con especialidad en artes plásticas

camilareveco.mza@gmail.com
Argentina

En la nueva y original propuesta del artista argentino Doménico Cirasino, nacido en Mendoza el 4 de junio de 1984, lo visual adquiere una valoración totalmente distinta porque su colección de ocho obras interactivas -que se podrán ver a partir de este viernes en el ECA- sobrepasan los límites de lo plástico. El espectador además, está invitado a participar de forma activa de la experiencia y podrá interpretar de manera muy personal el concepto que el joven creador nos propone en esta oportunidad.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Yuki Hayashi: Oda a la flor


Nació en una colonia de inmigrantes japoneses ubicados en el sur de Paraguay, se dedica a pintar con una sutileza admirable las plantas y las flores de su propio jardín.Yuki Hayashi es una pintora exquisita y forma parte de la gran familia de artistas realistas latinoamericanos. La nota, en exclusiva. 


Por Lic. Camila Reveco
camilareveco.mza@gmail.com
Argentina


Me gustan mucho aquellos pintores que saben muy bien qué representar, y que además representan aspectos puntuales de la naturaleza con tanta precisión. Es lo que más me llamó la atención de la pintora Yuki Hayashi –nacida el 30 de noviembre de 1971-: que se dedique exclusivamente a pintar en detalle y con maestría las plantas y flores de su propio jardín. Allí se concentra todo su interés pictórico. 



Yuki además merece toda mi interés por ser mujer (sabemos que en el mundo de la pintura la cantidad de mujeres que se dedican a este oficio es mucho menor en comparación a la cantidad de hombres). Pero hay más; la pintora forma parte de una familia de artistas realistas latinoamericanos y representa a Paraguay (país hermano con muchos exponentes talentosos –entre ellos los amigos del blog Adriana Villagra y Hernán Miranda, radicado en Florida-).


Cuarto aspecto distintivo: la creadora en cuestión es parte de una colonia de inmigrantes japoneses; de la colonia Pirapó, en el departamento de Itapúa, al sur de Paraguay, y desde los ocho años está radicada en la ciudad de Asunción. No sólo en su sangre guarda aspectos de esta cultura fascinante, en sus lienzos la impronta oriental es evidente. A esta herencia, hay que sumarle una sólida formación académica que la respalda: hizo una maestría en la prestigiosa Universidad de Tsukuba, en Japón. Esta ciudad es conocida por su gran concentración de instituciones de investigación avanzada en muchas áreas de la ciencia y la tecnología. 

Allí se especializó justamente en pintura japonesa; conoce sus particulares y sabe explotarlas (los primeros artistas japoneses fueron muy pero muy originales con respecto a las técnicas, los medios, los soportes y formatos usados, diferenciándose mucho de Occidente). 

En la nota, Yuki Hayashi se refiere a su obra-centrada en su jardín-, explica la técnica que utiliza, menciona a sus máximos referentes y nos cuenta aspectos de su vida que nos ayudan a imaginar qué hay detrás de esta mujer de ojos rasgados; talentosa, profunda y de gran sensibilidad.