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martes, 31 de julio de 2018

Luis Alberto Hidalgo Bastién: "Debemos trabajar por una pintura inteligente"

Comenzó a pintar de forma profesional recién en el 2004 pero tiene una prolífera obra: más de tres mil cuadros. Llegó a la capital trasandina desde Concepción con la idea de generar colectivos artísticos. “No se ha perdido la pintura, lo que se ha perdido es el  contenido, el sentido, el “para qué”, dice. Interpelador y agudo, el artista visual chileno se refirió no sólo a lo que implica trabajar en grupo, sino también a la impresión que le causa el circuito del arte contemporáneo.

Por Lic. Camila Reveco 
creveco@revistaophelia.com

¿Qué creen ustedes qué es ser artista? Se preguntó el pintor español Pablo Picasso. “Es un ser político que vive pendiente y consciente de todos los acontecimientos que ocurren en el mundo y reacciona ante ellos. La pintura no existe sólo para decorar las paredes de las casas. Es un arma que sirve para atacar al enemigo y para defenderse de él”.

El artista Luis Alberto Hidalgo Bastien -integrante de la Asociación de pintores y escultores chilenos -APECH- y Director de la Sala de arte Galería Mackenna- retoma esta definición y promueve una forma de trabajo colectiva junto a la historiadora de arte Gisela Sanhueza y un variado grupo de artistas, entre quienes se destaca Claudia Adriazola, Carmen Valle y Rodrigo Cociña.

A través de cada propuesta, siempre autogestiva, salen de sus preocupaciones individuales (y de sus talleres) para reflexionar sobre las posibilidades del presente. De esta forma, buscan refundar prácticas sociales atravesadas por la fuerza creativa, y establecer nuevos montajes colectivos de enunciación. Aquí  no  se intenta resaltar el Yo. Por el contrario, lo que vale, es la producción de un foco grupal de discurso. Lo urgente, está dado por la forma en que los artistas se relacionan con su contexto y el entorno para plasmarlo en una obra que verdaderamente aporte a la práctica artística-estética. “Necesitamos pinturas poderosas”, asegura Luis Alberto, y advierte: “La pintura puede ser una herramienta letal, pero no está siendo usada, porque hay un vacío intelectual a causa de la pintura de consumo”.

En la actualidad, está  interesado en abordar  la problemática del agua y puntualmente las aguas del Mapocho. El proyecto se titula “Asuntos del agua” y pretende, a mediano plazo, reunir más de 250 pinturas sobre la temática.

Influenciado por el Grupo Grisalla de Concepción -compuesto por artistas de excelente oficio reunidos los 90-, Luis Alberto Hidalgo Bastien, según palabras de Jaime Petit, “afronta la pintura como una disciplina replegada al taller, a la academia, indiferente de los contenidos de una moda tecnológica que hoy se desarrolla (…) Transita con una obra entendida como una armonía visual hacia la belleza de un mundo de afrontamiento visceral”. La suya, es una obra plagada de color, figura, signos, símbolos y espacios abstractos en medio de “atmósferas viscerales y signos terrosos”.

La pintura como herramienta de lucha política, y el compromiso con el tiempo que nos ha tocado vivir, son las premisas que atraviesan el discurso de este pintor de formación autodidacta,  respecto al arte, y la vida.


domingo, 29 de julio de 2018

Gonzalo Espinosa Menéndez: "Trato de componer como un músico"

 Su  lenguaje es la abstracción y su búsqueda radica en la expresión de la experiencia espiritual, concretamente, en esa confluencia dada entre la pintura y la música. En sus cuadros está la transcripción visual del ritmo. Aquí, la entrevista con el artista chileno, Gonzalo Espinosa Menéndez; un pintor de paisajes abstractos.

Por Lic. Camila Reveco
creveco@revistaphelia.com

Pintura gestual, pintura que  suena


La influencia de la música con la obra de artistas plásticos es un fenómeno conocido y está probado. Esa conexión, tan sólida como mágica, basta confirmarla  viendo la obra de Wassili Kandinski, Kasimir Malevich, Paul Klee, Hans Arp o Sophie Taeuber. Abstraerse dejando de lado la reproducción fiel, seguramente libera hacia cierta “musicalidad”. El arte abstracto de calidad tiene, en este sentido, una ventaja sobre el figurativo, porque, no se obsesiona en la descripción de lo reconocible. No le interesa ese terreno que, como sucede en algunos casos, puede llegar a alejar al público de una experiencia estética contundente por ese afán del artista en perseguir una pretendida perfección en el modelo representado. Igualmente, no creo que exista un dilema entre ambos lenguajes; y si existe, debe superarse.


“Considero que el artista de poco talento cae siempre en los excesos de la pretendida ejecución (…)
Una mayor agilidad de pincel no hace más que estorbar la obra creativa”.
Paul Gauguin (1848-1903)

“La mancha me guía”

“Trato de componer como un músico y aunque el léxico técnico es parecido, ellos trabajan con abstracción real. Transcribir en la tela, la música que escucho durante el acto de pintar, es un ejercicio que trato de resolver: el punto como beat- tambor, la línea como violín… aunque provengo del rock y blues”, comenta nuestro entrevistado.

Los paisajes del artista chileno Gonzalo Espinosa Menéndez incorporan, en parte, esa embriagadora abstracción que tiene la música; a su vez el pintor, no deja de lado la preocupación por lo bello -por eso su pintura es “bonita”-. La suya, es una obra que aporta una visión acerca del entorno -un entorno armónico-, con expresivos colores y formas que se pueden encontrar en el seno del tejido musical. Hay en sus cuadros testimonio de su dominio técnico y hay, en cada exploración,  soluciones de alta calidad

El pintor usa el pincel, el acrílico, el lienzo, la espátula; intuye tonos, valores, intensidad, saturación; crea espacios, formas, trazos, armonía; en fin, genera ritmo, musicalidad… Su composición es a veces improvisada o despreocupada, pero, más allá de ese libre albedrío que pareciera  realmente disfrutar, hay espacio para un estilo más estabilizado o estructurado que el artista no descuida -aunque en esencia su arte esté emocionalmente cargado de expresión directa y de eclosión creativa-.

Su obra evidencia  una particular energía que lo vincula con nuestra época y sobre todo, con el paisaje de Chile.  Gonzalo se refugia en el “hacer” sin control. Hay en su trabajo exaltación del azar y de la improvisación. Él rechaza la construcción premeditada, -ya ni siquiera utiliza bocetos-, y le interesa indagar en la expresividad de la materia, pero también en la aleatoriedad del gesto -en la “manera” de pintar-.

Si bien todas las manifestaciones artísticas siempre han sido susceptibles de múltiples interpretaciones, la obra de Gonzalo Espinosa Menéndez es particularmente polisémica.  Y en esa ambigüedad, tan seductora para los seres humanos, radica parte de su encanto.

domingo, 22 de julio de 2018

Leandro Pintos: "Saber dibujar es fundamental para todas las disciplinas"


En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el artista mendocino visitó el estudio de la radio FM UTN Regional Mendoza (94.5) para ser parte del Ciclo de charlas con los mejores artistas plásticos de nuestra Provincia. Leandro Pintos comenzó su carrera explorando el dibujo y la pintura: lo bi-dimensional. En la actualidad, y desde hace cinco años es la escultura -el volumen, que exige mucho dominio del material-, lo que lo tiene concentrado.

Transcripción exclusiva para Ophelia a cargo de Julián Reveco  
jreveco@revistaophelia.com

-De la pintura a la escultura: ¿por qué ese cambio?

-Varios motivos… Uno de ellas fue que a partir de 2011 empecé a participar en los encuentros de “El Álamo” y eso me motivó, era un desafío nuevo. Si bien empecé a hacer talla en madera en 2005, a partir de estos encuentros quise dedicarle más tiempo a la escultura. No dejé el dibujo, porque uno siempre sigue dibujando, pero mi intención era perfeccionarme un poco más en la talla. Quise combinar materiales, maderas… que no sea solo una pieza. En todas mis esculturas hay distintos tipos de madera, y en las últimas he incorporado el metal. Es todo un proceso… Me gusta combinar materiales, soy coleccionista de objetos, de chatarra… Me la paso buscando troncos, distintos tipos de madera. He trabajado al momento con diez, quince maderas diferentes.

-El encanto de la madera

-Yo vengo del modelado, que tiene un proceso muy largo y en el medio del trabajo te puede salir todo mal y tenés que empezar de nuevo. Con la madera, aunque podés cometer algún error, se pueden encontrar soluciones en el camino. Es una escultura directa, vos empezás a tallar y queda lista la escultura. No lleva un proceso de vaciado, y lo otro que tiene es que cuando uno la corta, ya sea con una gubia o el hacha, es una sensación hermosa el brillo que deja el corte… El tema de trabajar con diferentes tipos de madera te amplia los recursos. Hay maderas que tienen dibujos propios y colores increíbles que parece que estuvieran pintadas. Son muchas las sensaciones que se pueden adquirir. Hasta el olor. Pero no todo es color rosa… Uno trabaja mucho para desarrollar el oficio y la parte creativa trae muchos dolores de cabeza. Lleva todo un trabajo de resolver la obra. Hay veces que he dejado obras inconclusas porque no resultan.


Luis Alberto López Cruz: "Para mí pintar es una fiesta"


Creció en Perú y estudió en la reconocida Escuela de Bellas Artes de Trujillo. A mediados de los noventa llegó a Chile y hoy es uno de los grandes referentes de la plástica contemporánea. Luis López Cruz experimenta distintos soportes y materiales, y a lo largo de sus veinte años de trayectoria se ha mantenido fiel a la pintura. A través de un amplio manejo del color, su arte también puede verse en murales de grandes dimensiones en Estados Unidos, Noruega, España y Chile. Ophelia tuvo el gusto de charlar con él en su casa-taller de Santiago.


Por Lic. Camila Reveco 
 creveco@revistaophelia.com

PINTA TU ALDEA, Y PINTARÁS EL MUNDO

Su infancia, las vacaciones de verano junto a sus primos, las tardes de pesca, los paseos a caballo, los atardeceres en las playas de Trujillo… todos los recuerdos se presentan en imágenes que actúan como hilo conductor y se entrometen en la pintura del artista Luis López Cruz. Allí, en su obra, está la memoria viva, el recuerdo de la niñez y la juventud, el pasado eternizado; se trata de su Perú natal, que lo acompaña siempre y a dónde vaya.

“Yo en general me concentro en mis experiencias de vida de la infancia para pintar. Mi arte tiene que ver con mi cultura local. Trabajé un tiempo de pescador siendo niño, era una actividad que hacíamos en grupo con los primos; también montaba caballos, me encantaba… por eso los pinto. De hecho mucha gente creía que iba a ser jinete porque era súper chico y delgado. Pero la experiencia vivencial es recurrente en mi obra. Posiblemente sea más light mi obra en el sentido de que no ahondo en lo político. Pero es que mi vida también ha sido light… yo no viví un Golpe de Estado, me vine a otro país pero porque lo elegí; y ya era grande”.


domingo, 15 de julio de 2018

Laura Rudman: "No es bueno conformarse con el trabajo propio"

Todo empezó en un espacio donde lo importante era el desarrollo de la creatividad. Lo demás, lo que se aprende en el camino, sirve como herramienta para llegar siempre a ese lugar; el creativo”, cuenta Laura Rudman, nuestra entrevistada. “Todo empezó” en el espacio de pintura de Adelina Tarditti, “Deli”, querida artista local que falleció el año pasado. Con el tiempo llegarían a la vida de Laura otros Maestros, pero en aquel lugar y con sólo seis años, encontró lo más importante: su vocación.

“Tal vez si los arquitectos se volvieran albañiles / y se juntaran con otros albañiles
y siendo todos distintos  / fueran al mismo tiempo un solo cuerpo,
una misma casa, sabrían entonces colocar ladrillos relacionados entre sí
de tal manera que levantarían  / una casa sin centro con el centro en todas partes”
Luis Villalba, “Fotogramas”

Por Lic. Camila Reveco 
creveco@revistaophelia.com

Los bares y cafés, los patios y las baldosas; las mesas, sillas y tazas de café… los barcos y grullas de papel. Todo es visto por la artista mendocina Laura Rudman desde una experiencia estética, todo está cargado de nostalgia. Cada pintura, es una casa (un hogar) lleno de historias.  “Me inspiro en una palabra, en un pedacito de una canción, en alguna poesía… Está dentro de mí lo que yo quiero decir, lo que quiero hacer. Casi te podría decir que para mí, “artista”, es aquel que se vale del oficio y de la herramienta para expresar profundamente lo que es único, lo que es interior. Toda la obra es un camino para poder desentrañar conceptos e ideas en el papel, en el volumen, en lo que sea”, expresa.

Hija del periodista Julio Rudman y esposa del escultor Leandro Pintos, Laura nos recibió en su casa para esta entrevista exclusiva dónde hablamos sobre la infancia, el tiempo en la Universidad, el oficio, sus Maestros, los temas de su pintura, el arte femenino y la importancia del “otro” para el proceso creativo.