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jueves, 28 de junio de 2018

Sheryl Luxenburg: "Soy una persona extremadamente organizada y sistemática"



Internet nos permitió descubrir a Sheryl Luxenburg, pintora de gran trayectoria que vive y trabaja en Canadá y que es dueña de un oficio excelente. Está dedicada al hiperrealismo, y logró con el tiempo desarrollar una curiosa técnica que surgió a partir de la mezcla del acrílico con la acuarela. El resultado es impresionante y la artista, sin guardarse ningún secreto, cuenta en qué consiste. 


Por Lic. Camila Reveco 

“La lluvia borra la maldad y lava todas las heridas de tu alma” 
Luis Alberto Spinetta 

La artista plástica canadiense Sheryl Luxenburg tiene un trabajo realmente impactante. A través de sus retratos femeninos desarrolla una propuesta en donde logra, con eficacia, explorar la comprensión del constructo emocional. Nos muestra expresiones de mujeres que son modeladas por las emociones; allí hay angustia, tristeza o soledad, y el agua está presente como un personaje más, que llega para aliviar la pena, para traer un poco de calma. 

Desarrollar un tema (y saber hacerlo) es fundamental. Y lo destaco porque es común entre los hiperrealistas que se concentren sólo en la copia de forma literal, en la mímesis tajante, dejando de lado este aspecto. Evidentemente siempre sorprende el despliegue técnico del que ostentan, pero muchas veces no se sabe cuál es el sentido de la copia/de la imitación si no existe por parte del artista alguna interpretación sobre algo, si no hay interés por expresar algo más personal, si no hay inventiva… Por eso el resultado termina siendo, muchas veces, frío y carente de imaginación. 

No es el caso de Sheryl. En ella está presente el dominio técnico, la impecable factura; pero también es evidente su interés por el estudio de las emociones y el mundo interior de los seres humanos. Ella sabe muy bien qué quiere representar, planea de forma muy meticulosa cada obra. Nada de azar o improvisación en su pintura. Lo de ésta canadiense es pura planificación, y es una forma válida de trabajo que da cuenta de lo exigente y riguroso que es el Hiperrealismo, sin duda, un lugar para pocos, que concentra a los pintores más obsesivos. 

También es llamativo lo tremendamente generosa que se muestra la artista al momento de compartir secretos técnicos; esos que sólo la práctica y la experiencia de más de cuarenta años le han permitido descubrir. En su página web y en esta entrevista cuenta abiertamente sus métodos que seguro, resultan reveladores para más de uno. No es habitual éste gesto por parte de los pintores, que muchas veces se muestran celosos al momento de compartir conocimientos o experiencias, más si se trata de hacerlo de forma desinteresada. 

“Si bien hay poca actividad hiperrealista en Canadá, Jason de Graaf, Alvin Richard, Anne-Marie Kornachuk y Paul Beliveau son algunos de los hiperrealistas que están entre mis favoritos”, cuenta y agrega: “También puedo mencionar a Ken Danby y Alex Colville… Pero en Canadá hay, sobre todo, excelentes artistas en el ámbito del paisaje o del arte abstracto”. 

¿Qué artistas latinoamericanos le gustan?, le preguntamos por curiosidad y nos responde: “Me encantan… especialmente Omar Ortiz, Bill Caro, Marcos Beccari, Harold Munoz y Claudio Bravo”. 


domingo, 24 de junio de 2018

Sofía Santarone: "Toda mi obra gira alrededor de la figura humana"

Sofía Santarone es una joven artista plástica argentina nacida en la provincia de Mendoza en 1980 y está radicada en Ecuador desde hace seis años. Su obra está plagada de simbolismos, trabaja con una variada paleta de colores vibrantes y tiene, además, un sentido del detalle impresionante.

Por Lic. Camila Reveco
creveco@revistaophelia.com

-Me llama la atención lo laborioso de los fondos en muchos de tus trabajos ¿Les das más interés que a las figuras?

-Ha sido todo un trabajo el de ir complejizando los fondos, porque al principio las figuras no tenían fondos trabajados, estaban “solas”, muy “huerfanitas”, digamos. Entonces, para ponerlas en contexto, empecé todo un trabajo de elaboración de los fondos. Al principio, eran más bien abstractos, como formas de relleno y, eventualmente, comencé a complejizar, como decís vos, la técnica, poniéndola al servicio de la figura. Toda la intención de mi obra gira alrededor de la figura humana y, en realidad empecé a hacer los cuadros en duro para tener la posibilidad de seguir dibujando y no tener que preocuparme por enmarcarlos, o transportarlos. Todos los fondos son una justificación, un elemento contenedor. La figura es lo primero que aparece en la creación y alrededor de eso voy construyendo lo que es el fondo. A esta altura de mi carrera, digamos, los fondos se han complejizado mucho, pero en realidad toman importancia por la cantidad de trabajo, aunque todo gira en función de la figura o las figuras centrales.

Juan Lascano: "La cualidad fundamental para un realista es la paciencia"

El gran realista argentino en entrevista telefónica exclusiva con Ophelia se refirió a su método de trabajo, habló sobre el presente de la figuración, e incluso sobre las artistas mujeres y su lugar en la Historia del arte.

Por Lic. Camila Reveco
creveco@revistaophelia.com

-Bodegones, desnudos, paisajes… Ha incursionado en gran variedad de temas desde siempre pero ¿dónde radica a su interés por el paisaje y qué es lo que más lo seduce de este género?

-El paisaje patagónico es tan deslumbrante, tan imponente en cualquiera de sus manifestaciones que para mí es una muestra perpetua de fascinación y es un gran desafío porque incluye la zona de los lagos con sus bosques gigantes y al mismo tiempo la parte esteparia que es tan fascinante como los bosques.

-En su estudio constante sobre la luz ¿cuáles son las ventajas de pintar al natural, del modo que lo hacían los impresionistas? 

-En realidad, cuando una pinta con luz natural las ventajas desde el punto de vista mecánico no son muchas, porque la luz natural cambia continuamente. El desafío es mucho mayor, precisamente por eso. Si el sol se pone, si las nubes lo tapan… la luz cambia y eso determina todo el tiempo diferentes reflejos, matices, gamas de colores. Ósea que en realidad la luz natural complica un poco la vida, pero la enriquece. Y yo ante la simplicidad y el enriquecimiento, prefiero el enriquecimiento. Desde luego que he intentado pintar con luz eléctrica pero es una luz muy pareja, demasiado monocroma y me parece poco interesante por eso elijo la luz natural.

Paula Dreidemie: La pintora de las nubes


En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, la artista plástica mendocina visitó el estudio de la radio para contarnos sobre sus inicios en la pintura, la forma en la que trabaja los fondos de sus cuadros y mucho más. La suya, es una pintura que concentra el interés en el aire y la atmósfera y pone especial énfasis en el trabajo de la luz. Sus cielos y nubes tienen vibración y están plagados de poesía.

Por La Sed de los Peces



-Del diseño gráfico a las artes plásticas:

-“Durante la etapa de la secundaria tuve plástica un año y era la materia que más me gustaba, pero por problemas de conducta me fui a un colegio en donde no tenía plástica. Siempre que veía a mis ex compañeros -que sí tenían plástica- les preguntaba qué habían hecho, y les pedía que me mostraran los trabajos que hacían, porque me apasionaba todo sin entender nada. Salí del secundario muy a la deriva, me gustaba dibujar, pero nunca había podido tener la experiencia de hacer talleres o cosas referidas a esta. Elegí diseño porque en el momento me pareció que tenía más salida laboral. Allí me di cuenta que tendría que trabajar con lo que el cliente me pidiese y no era lo que yo quería. Alucinaba en las horas de dibujo… Y compartíamos buffet con los estudiantes de arte, de modo que siempre los veía con las carpetas grandes y sus dibujos, hasta que decidí arriesgarme y me pasé a plástica. Me sentí como un pez en el mar, aunque estoy dentro del 98% de los que no terminó la carrera. Después me empecé a formar de manera autodidáctica y Alfredo Ceverino me invitó a trabajar en su taller donde estuve unos cuatro años”.


Facundo de la Rosa: "Una pieza monumental puede caber en la palma de una mano"

En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el escultor mendocino visitó el estudio de la radio para contarnos detalles de su trabajo, nos habló sobre la magia que esconde cada material y cómo puede relacionarse éste lenguaje con el musical. Su forma de expresarse nos habla de un persona llena de sensibilidad hacia el arte, receptivo a elevadas inspiraciones y con un amor genuino por su oficio. En él conviven dos aspectos fundamentales del arte; el elemento formal y el interno.

Por: La Sed de los Peces


-Todo empieza por casa:

-“Tengo un enorme agradecimiento a mis padres porque son dos personas que me pescaron la volada y me incentivaron. En ese sentido arranqué con la pata derecha. El camino lo hace uno solo pero estoy agradecido de haber sido apoyado. La verdad es cada vez sucede creo con menos frecuencia eso de que a personas, que nacen con ese “bicho interno” por crear, las familias que les digan: “con eso te vas a cagar de hambre”. Yo me crie viendo libros de Historia del arte, viendo a mi vieja pintar, y tuve el incentivo por genética. Pero uno tampoco se puede quedar con eso. Hay que entrenar la constancia sin desistir. Se debe ser perseverante, estratega e inteligente”.

Ana Taulis: Arte íntimo e intenso


Ophelia en Santiago de Chile: Entrevistamos en exclusiva a la pintora chilena Ana Taulis en la Comunidad Ecológica de Peñalolén, lugar en el que vive y trabaja; y estuvimos con ella en el Museo de Arte Modesto que allí funciona, a cargo del artista Alejandro Garros que amablemente nos recibió. La Comunidad queda a poco más de diez kilómetros del centro de Santiago, hacia la Precordillera. Muchos artistas, incluida Ana, fueron llegando a esa zona en la década del 80; todos buscaban un destino más natural donde vivir en un Chile atravesado por el miedo y la violencia. Iluminándose con velas y faroles, de manera totalmente espontánea, se formó de a poco el ambiente que es hoy: un espacio que ofrece variadas alternativas culturales, donde vive gente cálida, sintonizada con la Tierra y donde se mezcla la bohemia, el arte y la ecología.



Cae
Cae eternamente 
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Fragmento de “Altazor” de Vicente Huidobro


De niña Ana Taulis se imaginó compitiendo en las Olimpiadas; quería ser atleta. Viajó mucho por varios países debido a la profesión de su padre, y el cambio de entornos sociales, gente y paisajes, gestó en ella una sensibilidad especial que iba a mezclarse de a poco con una gran cuota de nostalgia. La nostalgia de “no ser parte de ningún lugar”, como dice. O de ser parte de muchos lugares al mismo tiempo. Las marcas de esa infancia errante se manifestaron y quedarían plasmadas por siempre en su trabajo plástico.

Luego, en el transcurso de la secundaria, su propuesta se fue consolidando. Allí, si bien no se sentía buena dibujando, al menos no tan buena como el resto de sus compañeros, fue encontrando de a poco la forma de expresar en el dibujo emociones y sentimientos. Sueños, recuerdos y su mundo más íntimo comenzaron a plasmarse de forma visceral y auténtica.

La obra de la artista chilena Ana Taulis está conectada a lo profundo, ligada a lo emocional, motivada por el sentimiento. La pintora crea imágenes de una poderosa sugestión, capaces de dialogar calladamente con el espectador. Sabe muy bien utilizar ciertas deformaciones, y lo hace siempre con una clara intención expresiva. El conjunto se percibe delicado, íntimo e intenso generando una cálida tensión, de gran personalidad.



Fernando Rosas: "Aprecio la destreza técnica aunque no sea lo único importante”


En entrevista exclusiva para “La Sed de los Peces”, el artista mendocino visitó el estudio de la radio para ser parte del Ciclo de charlas con los mejores artistas plásticos de nuestra Provincia. Dedicado desde hace más de cinco años a la escultura se refirió a su vínculo con el lenguaje pictórico que desarrolló durante mucho tiempo. Interpelador y agudo contó por qué no participa de salones de arte como sucedió en el último Salón Vendimia 2018.


Por La Sed de los Peces

Fuente: Revista Ophelia 

-El vínculo del artista con su obra; y el destino de las mismas:

-"El tema del vínculo emocional con la obra depende de muchos factores... Del grado de satisfacción que me dé estéticamente, cómo a nivel de haber logrado el objetivo, y que tan próxima a tu actualidad se encuentra. Si es una obra del año pasado es probable que mi vínculo se haya deteriorado con el tiempo porque han surgido nuevos romances, cosas que me tienen más atento. Con respecto a dónde fue a parar una obra siempre es una curiosidad, porque para mí es totalmente incomprensible que alguien quiera tener una obra mía, y que pueda convivir con ella. Todas mis obras son fruto de un capricho estético. Las hice porque se me dio la gana, porque me gustan esas cosas, y alguien en un punto del universo que vino, empatizó y quiso vivir con ese trabajo…y, eso para mí es muy extraño".

-Acerca de la convivencia con el propio trabajo

-"Y… es como cualquier convivencia. Eventualmente amorosa, caótica, desprolija, a veces desagradable. Yo hace unos cinco años quemé una cantidad enorme de cuadros que hice en la secundaria porque me parecía que ya no tenían nada para decirme, que eran esencialmente torpes y solo conservé un para para acordarme nostálgicamente de las cosas en las que pensaba en esa época. Como tengo la suerte (o la desgracia) de trabajar muy rápido, de producir muchas obras, el apego que tengo con cada una no es muy profundo, no es muy romántico. Yo tardo una semana en hacer una escultura y el valor intrínseco que le encuentro a esa obra es haberme promovido a hacer la siguiente, porque mientras la hacía, mi cabeza ya pensaba las ideas nuevas. Yo no veo a la obra como una cosa, sino como un eslabón de una cadena del desarrollo del pensamiento y de nuevos lenguajes y desafíos estéticos, de la acción plástica. Si vos ponés todo en una obra, cuando la termines te sentirás vacío. Salir de ahí es un tormento espantoso. Yo tengo la suerte de que no me apego a la obra porque siempre estoy entusiasmado con la siguiente".

-Pintar o esculpir; esa es la cuestión

-"Es complejo. Yo no estoy haciendo convivir la escultura con la pintura. Era pintor, en un momento descubrí la talla de madera y me dediqué a la escultura. Pero siento que mi relación con la escultura es un romance apasionado, y me parece que con la pintura la relación es todavía más fuerte. Me pasa cuando veo mis propios cuadros: me veo más en ellos; y tanto que no lo pasaba tan bien pintando. El expresionismo te invita a sacar algo de adentro, pero la pintura tiene menos compromiso físico, es menos trabajo motor, es más mente, así que tenes a tu mente trabajando al 100%. Se te mueven cosas internas y no son siempre agradables. Con la escultura trabaja mi memoria física. Desde que llego a cierto planteo hasta su solución, en todo el recorrido ha intervenido más mi cuerpo que mi cerebro. Es una relación más amable. Yo era pintor pero coqueteaba con la escultura en metal porque venía del oficio de mi viejo y algunas cosas en modelado. A veces hacía tres o cuatro esculturas porque eran ideas que quizá no se podían pintar o que funcionaban mejor en la tridimensión. Pero en 2009 un colega de San Luis, escultor en madera, se mudó al lado de la casa de mi viejo. Y entrar al taller de un tallista de madera es maravilloso porque huele mejor que cualquier otro taller, tiene colores mucho mejores y me prestó unas herramientas con las que me puse a tontear. Ahí hice mis primeros intentos. Al principio me decía que sería temporal, pero luego empecé a comprarme gubias, herramientas, máquinas, y ahora tengo un taller armado para hacer eso, para esculpir".

-Los comienzos en escultura: rostros, muecas

-"Sí. En realidad se trataba de desafíos tácticos, técnicos. Esta es la parte donde decepciono al público. Yo lo que necesitaba en el comienzo era lograr que lo que hiciese pareciese algo. Así que hacía ejercicios en dónde me preguntaba cómo se tensan los músculos del cuello, cómo se abre una boca. Tenía que ir conociendo eso y ver qué posibilidades tenía el material conmigo. Eso es el rudimento. Uno en general ataca primero la cabeza porque está llena de datos. Es un óvalo, un huevo que está lleno de significados, porque casi todas las cosas expresivas están en el rostro y eso te permite hacer un testeo del material en una sola pieza. Una vez que resolví eso, empezaron a aparecer los cuerpos, y las caras desaparecieron. ¿Y qué expresan? No sé realmente".

viernes, 22 de junio de 2018

Hernán Valdovinos: La mirada de los Dioses



En la intimidad de su estudio, allí donde los artistas se entregan al proceso creativo, el pintor chileno Hernán Valdovinos Prats recibió a Ophelia para una entrevista exclusiva. Nos mostró mucho más que sus cuadros; mostró parte de su individualidad en una charla amena, en una típica tarde de otoño en Santiago.

Soy yo Altazor el doble de mí mismo
El que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente
El que cayó de las alturas de su estrella
Y viajó veinticinco años
Colgado al paracaídas de sus propios prejuicios
Fragmento “Altazor” de Vicente Huidobro

Por: Lic Camila Reveco
creveco@revistaophelia.com

Lo explica muy bien en su página oficial: Hernán Valdovinos Prats, “guiado por su inquietud espiritual y conocimiento de la meditación, orientó desde el comienzo su quehacer pictórico hacia la búsqueda de armonía y belleza desarrollando en su pintura una conexión entre la mitología y la imaginación creadora a través de la representación de seres arquetípicos y personajes fantásticos tales como ángeles, hadas, duendes, genios y dioses”.

Pintor místico y atemporal. Así se define. El artista está dedicado desde siempre al realismo mágico y es hoy, uno de los artistas contemporáneos de mayor prestigio en Chile. De su oficio e impecable factura nadie duda, y más allá de la fuerte ejecución que caracteriza su trabajo; la suya, es una pintura con sello propio, tiene un estilo reconocible que le pertenece. Su arte representa esa posibilidad profunda, esa capacidad gloriosa que tenemos los hombres y las mujeres de explorar, de “volar” por otros Universos, indagando preguntas que excedan lo ordinario y la experiencia común. Por eso sus temas son distintivos.

Su madre, pintora y actriz; su padre, amante de las artes y de la filosofía. Evidentemente creció en un ambiente favorable al que le sacó el máximo provecho. Riguroso con cada actividad que lleva a cabo, dice: “Soy muy disciplinado. Me levanto a las seis de la mañana a meditar una hora con mi esposa y hacemos la Vipassana, una meditación budista que observa tu respiración”. Así comienza el día, y de esa forma se prepara para una rutina de trabajo de horas y horas, que se plasma en cada tela.

Florencia fue una ciudad muy significativa para él y su carrera artística. Allí tomó contacto con los grandes maestros de la pintura y conoció el funcionamiento de los códigos visuales que trataron con tanto interés los griegos; cruciales para su trabajo. Códigos, o patrones geométricos -como explica el pintor- que no fueron inventados por nosotros, sino que son preexistentes, están en la Naturaleza y todos los grandes artistas los han utilizado, cada uno a su manera. Tenía poco más de veinte años cuando recorrió las calles de esa urbe plagada de obras maestras de la arquitectura y del arte renacentista, y entonces quiso pasar por la experiencia de vivir en un monasterio, no sólo por el clima ideal de concentración que generaba ese escenario para dedicarse a pintar, sino también por ser una oportunidad real de “viajar hacia adentro” y conectarse con la dimensión de lo creativo. Intereses y búsquedas indudablemente profundas, muy singulares para un joven de esa edad.

“Los teóricos destruyen la experiencia del arte”, asegura cuando tiene que hablar sobre el circuito de arte contemporáneo. Y lo menciona porque, según él, en la dimensión creativa no hay cabida para los “expertos”. Hernán Valdovinos se conecta a través del arte con todos los dioses del mundo y mantiene con ellos una actitud receptiva, una “actitud femenina”, aclara. Su visión de lo sagrado está allí, en cada obra. De ahí la peculiaridad. “Los Dioses están entre nosotros”, advierte, y viven en su pintura; allí podemos descubrirlos con toda su potencia y vitalidad.

Se trata de una pintura llena de sorpresas que no puede deshacerse de la experiencia mística porque surge a partir de ella. Están invitados.